Las tiendas de New Balance en España echaron el cierre definitivo este miércoles 5 de enero, algunos días antes de lo previsto, al agotarse todo el stock que tenían disponible.

El hecho ha tenido lugar después de la decisión de cerrar los 22 establecimientos del país y Portugal, que la marca anunciaba unos días antes. La compañía responsable de la explotación puso en liquidación las tiendas con descuentos de hasta el 70% que atrajeron a cientos de compradores para adquirir los últimos productos, lo que provocó que se agotarán en seguida. Prueba de ello es que en tiendas tan representativas como la de Gran Vía en Madrid se produjeron grandes colas durante los últimos días para poder entrar.

Precisamente, este emblemático local de Gran Vía 15 ha sido la última en cerrar. El establecimiento, inaugurado en 2014 y símbolo para la marca deportiva dentro de España, fue la primera Flagship store de Europa y la tienda más grande del mundo, con un museo de la marca en el sótano y un running club.

Los más afectados por el cierre de las 22 tiendas de New Balance en la Península Ibérica son los más de 250 trabajadores que la pasada semana recibieron la comunicación del despido colectivo.

A partir de ahora, con las tiendas liquidadas y los empleados despedidos, será la justicia quién decida si Experience Group, la compañía que ha gestionado las tiendas, abriendo hasta tres nuevas en 2021, y ha construido la marca New Balance en España desde 2011, debe ser compensada por la multinacional son sede en Boston.

El argumento escogida por la multinacional para justificar el cierre de las tiendas y, con ello, el consiguiente despido de su plantilla, era que apostaría por la venta online. Sin embargo, este argumento carece de sentido si se tiene en cuenta que las tiendas físicas le daban una amplia rentabilidad.