El Ministerio de Industria, Turismo y Energía que dirige José Manuel Soria se está convirtiendo en el vivo ejemplo de la 'gestión Rajoy': la reforma energética únicamente consiste en subir impuestos, a la poca industria española que queda no se le apoya o se la liquida, y el Turismo es lo único que va razonablemente bien porque es un sector que no depende del Gobierno de turno, sino del sol y de las playas. Ahora bien, el sector energético es "estratégico" por definición para el país, todos los expertos coinciden en que es imprescindible una reforma a fondo, fundamentalmente para reducir los 25.000 millones de euros de déficit de tarifa (lo que adeuda el Estado a las eléctricas, invento diseñado por Rodrigo Rato en el primer Gobierno de Aznar), y para poner orden en el exceso de generación eléctrica que hay en estos momentos en España. Resulta que producimos energía de más pero es muy cara. Un lío de lo más complicado que el PP es incapaz de ordenar.

Lluvia de demandas
José Manuel Soria llegó al Ministerio de Industria dejando claro que iba a 'doblegar' a las todopoderosas eléctricas, cuyos presidentes no hacen otra cosa en público que alabar a Rajoy mientras despotrican en privado, porque les ha metido un rejonazo vía impuestos que va directamente contra sus cuentas de resultados. Los elogios a Rajoy y al PP forman parte de una estrategia en la que los directivos de dichas compañías, que en su día fustigaron públicamente al Gobierno socialista, han intentado conseguir un acuerdo con el Gobierno pero no lo han logrado, así que además de elogios en los discursos han iniciado una estrategia para presentar querellas y demandas a tropel contra las medidas del Gobierno.

La patronal UNESA (integrada por Iberdrola, Endesa, Gas Natural-Fenosa, EON y HC Energía), así como las propias eléctricas por separado, han recurrido ante el Tribunal Supremo la Orden Ministerial por la que el Gobierno congeló los precios de los peajes, que son la parte regulada del precio de la luz mediante la que se paga la distribución, el transporte, los sistemas extra peninsulares y las primas a las renovables.

Primera decisión de Nadal
El follón que montó José Manuel Soria a los pocos meses de su llegada al Ministerio fue de tal calibre que se saldó con el cese/dimisión del Secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, a los pocos meses de ser nombrado. Le sucedió Alberto Nadal, hermano del todopoderoso Nadal que dirige la Oficina Económica del Presidente del Gobierno. Y Alberto Nadal llegó con muchos bríos: lo primero que hizo fue congelar los peajes que ahora las eléctricas han recurrido a los tribunales, porque según dijo en el Congreso, de subir dichos precios habría que subir la luz más de un 30% para eliminar el déficit de tarifa. Otra de las perlas de Nadal fue llamar a Endesa empresa extranjera, por lo que luego tuvo que disculparse. Endesa tiene como accionista mayoritaria a la italiana ENEL, y si ese es el baremo del nuevo Secretario de Estado de Energía para considerar 'nacionales' o no a las empresas, prácticamente todas las del IBEX, excepto Inditex, serían extrajeras. Son los fondos de inversión extranjeros los que ahora mandan en el accionariado.