A diez días de que se cumpla el plazo para que se consume el proceso de divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea, los mercados hacen balance.

El impacto que el Brexit tendrá sobre la economía europea es todo un enigma y por ello, empresarios, centros de estudios, expertos en economía y Gobiernos hacen sus cábalas. De un día para otro, Reino Unido dejará de formar parte de la unión aduanera, el mercado común y el espacio Schengen y todo ello se traducirá en cifras.

España ante el Brexit

Sin duda, nuestro país podría ser uno de los más afectados por la retirada de Reino Unido del club de los 28. El sector turístico, golpeado duramente en los últimos meses por la quiebra del touroperador Thomas Cook, la espantada de Ryanair -la compañía cierra sus bases ubicadas en Tenerife Sur, Gran Canaria, Girona y Lanzarote- y la proyección internacional de la crisis política y social en Barcelona, tendrá ahora que hacer frente las pérdidas consecuencia del Brexit.

España recibe cada año cerca de 20 millones de turistas británicos, lo que supone un desembolso de unos 18.000 millones de euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística, una cifra que podría descender tras la ruptura del acuerdo. ¿Por qué? En primer lugar, porque los controles de inmigración se intensificarán y serán más estrictos; en segundo lugar, porque la conectividad aérea en el marco de la Unión Europea podría verse afectada y, en tercer lugar, por la falta de claridad en cuanto al contexto legislativo que afecta a los pensionistas.

Es decir, España es el país de Europa con mayor número de pensionistas británicos -hasta 100.000- que disfrutan, entre otros servicios, de una sanidad española envidiable. Actualmente, la falta de información afecta directamente a estos jubilados que podrían optar por retornar a su país si finalmente su Gobierno no aclara si les actualizará la pensión o si podrán continuar en España sus tratamientos médicos, muchos de ellos crónicos.

En el contexto de las exportaciones, aunque con la aplicación de un Brexit suave el impacto podría ser mínimo, quedan en el aire determinados productos como los ‘denominación de origen’, especialmente afectados por las sanciones estadounidenses, que han entrado en vigor el pasado 18 de octubre. Los productos denominación de origen quedarán supeditados a la decisión de Reino Unido de respetar el contexto legal que la Unión Europea aplica a estos productos. Todo un enigma, teniendo en cuenta la celeridad con la que está tomando decisiones el primer ministro, Boris Johnson.

Por otro lado, las inversiones de las empresas del Ibex 35 en Reino Unido también quedarán expuestas, sobre todo a la evolución de la economía británica, que se prevé entre en recesión técnica. De hecho, la consultora S&P señala que el crecimiento de la economía española podría contraerse un 0,8% en el primer trimestre después de la ruptura.

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Brexit light, la última esperanza de los mercados

La determinación de aplicar un Brexit suave en este proceso de divorcio podría determinar el camino que seguirán los mercados. De hecho, el Brexit en su forma más light podría salvar a las cotizadas de una caída libre y asegurar una tendencia alcista en los próximos meses, pero para ello es necesario que el EuroStoxx 50, Wall Street y el Ibex 35, entre otros mercados, superen sus resistencias. Por ello, ante la decisión de John Bercow, presidente de la Cámara de los Comunes, de posponer la votación sobre el acuerdo hasta que se concluya la legislación de salida de la UE, las bolsas europeas han pisado el acelerador.

En concreto, el Ibex 35 ha iniciado una semana en positivo llegando a superar ayer los 9.400 puntos al cierre de mercado. La bolsa española alcanzó el nivel más alto en el último semestre sumando un 0,78%. Toda una contrarreloj.

La economía británica tiembla

Antes de que el Brexit se materialice, sus efectos se hacen sentir sobre una economía en recesión técnica. La contracción del PIB y el incremento de las importaciones son un signo más de que Reino Unido se prepara para una contracción. A menos de 10 días de la ruptura del acuerdo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado a los mercados de que el país crecerá una décima menos de lo previsto (1,2 por ciento) en parte debido a la disminución de la producción.

Además el estudio, Brexit: Everyone Loses, but Britain Loses the Most, publicado por el Peterson Institute for International Economics (PIIE) advierte de que el PIB británico podría caer entre un 1,2 y un 2,5% y los salarios hasta un 3%, algo que no hará mucha gracia a los detractores del referéndum.

Sin embargo, esta no es la única inestabilidad que acecha a Reino Unido. El primer ministro, Boris Johnson, estaría trabajando contra reloj para poder despedirse el 31 de octubre de la Unión Europea y centrarse así en la precampañas electoral.