La plantilla de Opel España en la planta zaragozana de Figueruelas ha apoyado con un ajustado margen el preacuerdo de convenio colectivo alcanzado entre la dirección y los sindicatos UGT, CCOO y Acumagme, mayoría en el comité de empresa.

Según han informado fuentes sindicales, el ‘sí’ ha conseguido un 58,4% de las papeletas depositadas en urnas entre ayer y hoy; el ‘no’ ha obtenido un 40,5%.

El acuerdo prevé la congelación salarial en 2018, la revisión de sueldos en 2019 y 2020 sobre el 50% del IPC y de hasta el 60% en 2021 y en 2022, así como que los trabajadores dejen de disfrutar de cinco minutos de pausa, una rebaja de pluses un 5% y la reducción paulatina de los pluses por calendarios especiales.

Se asegura como condición que la compañía diseñe un plan industrial que permita mantener la planta a plena capacidad de producción, cifrada en unos 478.000 vehículos al año. Era uno de los puntos esenciales para los sindicatos.

Tras la votación, UGT Aragón ha señalado que “tras una dura negociación”, los trabajadores “han comprendido la necesidad de asumir unos esfuerzos que garantizan el empleo y el futuro de la planta de Figueruelas”.

La plantilla ha refrendado así un preacuerdo firmado a pocas horas de que expirara el plazo dado por PSA después de que los sindicatos suspendieran las negociaciones y la compañía anunciara la paralización del proyecto del nuevo Corsa e inversiones en Figueruelas.

La dirección de Opel España, también en un comunicado, ha alabado este “ejercicio de responsabilidad” y se ha felicitado de que las partes negociadoras hayan puesto de relieve que la competitividad y la productividad en comparación con otras plantas de PSA o de la competencia es “la única vía para construir un futuro sostenible”.

“Hemos dado un paso adelante decisivo en la mejora de la competitividad de la planta”, ha asegurado el director de la planta zaragozana, Antonio Cobo. En el comunicado, considera “asegurado” el futuro de la fábrica por cuanto el acuerdo es “condición imprescindible” de futuras inversiones.

Intervención de Aragón

Debido a la incidencia de la productividad de la planta zaragozana en la economía aragonesa, el Gobierno autonómico medió a finales de la semana pasada para intentar que las partes retomaran la negociación. Lo consiguió el presidente de la comunidad, Javier Lambán, y la dirección y el comité de empresa se dieron de plazo hasta el pasado lunes.

Tanto el Gobierno de Aragón y el PP, como el sector empresarial, e incluso el Ejecutivo central por medio del ministro Luis de Guindos, saludaron el preacuerdo. Lambán pidió “encarecidamente” a los trabajadores que lo ratificaran.