La inflación da una tregua a los hogares españoles y, tras una caída de casi tres puntos, el valor se sitúa en el 3,3%. El dato adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) deberá ser confirmado el próximo 14 de abril por el Instituto Nacional de Estadística (INE), momento en el que se conocerán los datos más al detalle y podrán conocerse datos tan determinantes como el de los alimentos. Si bien el precio de la vida sigue siendo elevado, la reducción presentada en el tercer mes del año, la mayor interanual desde que comenzó la crisis inflacionista, sitúa a España en una posición muy ventajosa con respecto al resto de países de la eurozona.

La evolución del precio de la vida es tres veces menor a la registrada en marzo de 2022, momento en el que se disparó la curva con motivo de la guerra y se alcanzó el 9,8%. La buena marcha de los datos la atribuye el INE comportamiento positivos de los precios de la electricidad y los carburantes, que continúan con su senda descendente un mes más. Por su parte, la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- continúa marcando datos elevados (7,5%), pero por primera vez desde septiembre rebaja su valor en una décima.

El IPC registrado es el más bajo desde agosto de 2021, lo que fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos atribuyen a la bajada sostenida del precio de la electricidad, “gracias a la solución ibérica y al resto de medidas adoptadas, que han sido claves para que la inflación española se sitúe entre las más bajas de Europa”. Además, desde la cartera dirigida por Nadia Calviño ponen en valor que el dato bajo de la inflación está favoreciendo la competitividad de las empresas españolas, "como ponen de manifiesto las ganancias de cuota de mercado y el aumento de las exportaciones de bienes y servicios, incluso en el complejo contexto económico internacional”.

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En su evolución mensual, la tasa se sitúa en el 0,4%, medio punto por debajo de la diferencia experimentada entre enero y febrero. Los nuevos datos publicados por el INE acercan a España al objetivo del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE), circunstancia que no determina una bajada generalizada de los precios, sino un avance menos agresivo que en anteriores meses. No obstante, la caída reflejada en marzo es la mayor reflejada desde mayo de 1977, lo que coloca el dato en una posición destacada dentro de la serie histórica.

"Es mejor que la previsión y hay una sorpresa positiva, hay que reflexionar en cuáles son las razones. Por lo tanto, yo invito a los analistas a que reflexionen por qué se han equivocado y qué nuevos elementos puede haber en las medidas que se están tomando contra la inflación para explicar esta bajada", ha opinado José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, lanzando un dardo a los analistas. Por su parte, Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo, ha calificado el dato como "muy positivo", pero ha llamado a "seguir trabajando para mejorar la vida de los españoles".

Incertidumbre por los alimentos

La bajada del índice general es evidente y, además, este mes se refleja una caída de la inflación subyacente, algo que no ocurría desde hace medio año. Sin embargo, los precios en los supermercados no dan tregua a las familias, que ven como llenar la cesta de la compra sigue siendo infinitamente más caro que hace un año. Para conocer la evolución de los precios de los alimentos en el tercer mes del año habrá que esperar 15 días, momento en el que el INE publica el informe definitivo. En el mes de febrero el valor se sitúa en el 16,6%, pero ahora el Banco de España señala que los precios deberían bajar.

“Dada la moderación recientemente observada en los precios de las materias primas, cabe esperar una cierta desaceleración en los incrementos de los precios de los alimentos”, traslada el organismo presidido por Pablo Hernández de Cos. Analizando la cesta al destalle, la autoridad económica pone el foco en una serie de alimentos que, “por su intensidad y por su importancia en la cesta de consumo”, muestran un mayor avance: los productos alimenticios relacionados con los cereales y con la leche.

El Banco de España destaca que la evolución de los precios de los alimentos en España es “muy similar” al reflejado en el resto de países de la zona euro. No obstante, España cuenta con peculiaridades de consumo que dotan a los alimentos de un mayor peso en el consumo. “El mayor peso que tienen los alimentos en la cesta de consumo española”, en comparación con la de los vecinos europeos, “ha hecho que su contribución a la inflación general haya sido superior”, apunta el organismo.