“Por primera vez en trece años el Gobierno realizará una aportación al fondo de reserva de las pensiones”. Con esta frase anunciaba la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, lo que puede ser un cambio de tendencia en el sistema de pensiones y en su viabilidad. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, popularmente conocido como la hucha de las pensiones, es la herramienta que tiene el Gobierno para asegurar la sostenibilidad del sistema en una situación que muchos consideran crítica. Y es que el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez ha vuelto a llenar la hucha que vació en su momento el Ejecutivo popular de Mariano Rajoy. 

Parece que la situación se ha dado la vuelta más de una década después y la hucha de las pensiones ha dejado de vaciarse para empezar a llenarse de nuevo. Al menos lo hará de forma puntual con los 2.957 millones de euros procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) que el Gobierno va a inyectar en las arcas de la Seguridad Social, tal y como ha anunciado Montero y como incluyen sus Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023. 

Según las últimas cifras oficiales, la hucha de las pensiones cerró 2021 con 2.138 millones de euros en su interior. Una cifra muy lejana a los 66.815 millones de euros con los que contaba en 2011 y desde la que ha protagonizado caídas continuadas bajo el Gobierno del Partido Popular. No obstante, la inyección de 2.957 millones de euros incluida en las cuentas públicas de 2023 empieza a revertir la situación. En cifras, la entrada de casi 3.000 millones de euros supondría aumentar la reserva destinada al pago de pensiones hasta aproximadamente los 5.000 millones de euros, una cifra que no se ve desde 2018, como revela el informe del Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones.

Gráfico del Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Fuente Ministerio de Seguridad Social

 

La ministra de Hacienda celebraba en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el que se han aprobado sus nuevos Presupuestos, que este cambio de tendencia en las arcas de la Seguridad Social ofrece “tranquilidad a nuestros mayores y mantiene el sistema de pensiones”. Y es que “la dignidad de un país es cómo tratamos a nuestros mayores”, en palabras de María Jesús Montero. 

Los datos: menos gasto en pensiones pero más pensionistas

Los últimos datos de Seguridad Social, relativos al mes de septiembre, muestran un aumento del 6,19% del gasto destinado a pensiones frente al mismo mes del año pasado, llegando a un total de 10.867,05 millones de euros. Como viene siendo habitual, el grueso del gasto está destinado a las pensiones de jubilación, con 7.871,49 millones de euros, muy por encima de los 1.800 millones destinados a las pensiones de viudedad, los 983 millones a incapacidad permanente o los 150 millones destinados a pensiones de orfandad. 

Sin embargo, el gasto en pensiones registra en septiembre una ligera caída frente al mes de agosto, marcando el primer retroceso mensual de toda la serie histórica. Una caída que ratifica el cambio de tendencia en el sistema. A nivel mensual, el gasto destinado a pensiones se ha ido reduciendo desde junio hasta septiembre, una prueba más de que podría no tratarse de una situación puntual. 

Los datos del departamento de José Luis Escrivá revelan que cae el gasto en pensiones pero, en cambio, no se reduce el número de pensionistas. Es decir, no se cumple la teoría de a menor gasto en pensiones, menos pensionistas. De hecho, las últimas cifras muestran que el sistema ha pagado en septiembre un total de 9.949.869 pensiones, 1.000 más que las 9.948.815 del mes de agosto, marcando un nuevo récord consecutivo. 

También alcanza récords el número de pensionistas, hasta los 9,02 millones -4,58 millones de hombres y 4,44 millones de mujeres- según las últimas cifras de la Seguridad Social. Una cifra que no ha parado de subir desde que hay registros de la serie histórica, como revela el gráfico. 

¿Cómo se ha llenado entonces la hucha de las pensiones?

El llenado de la hucha de las pensiones después de 13 años de vaciado corresponde al propio comportamiento del sistema de la Seguridad Social y no a la reducción del número de pensionistas, como queda probado con las últimas cifras publicadas por Seguridad Social. En la práctica, se materializará con la inyección de los 2.957 millones de euros procedentes del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) anunciados por Montero, una medida pactada en el seno del diálogo social y que sustituye al factor de sostenibilidad del Partido Popular

El Mecanismo de Equidad Intergeneracional pactado entre el Gobierno y los agentes sociales nació orientado a "repartir de un modo equilibrado entre generaciones el esfuerzo para reforzar el sistema", según fuentes del Gobierno. El MEI cuenta con dos componentes, como explican desde el Ministerio de Seguridad Social, donde el primero pasa por la reactivación del Fondo de Reserva de la Seguridad Social mediante una aportación finalista entre 2023 y 2032, es decir, durante diez años. Y será en 2023 cuando se realice la primera aportación procedente del MEI. 

En el seno de la negociación, Gobierno, patronal y sindicatos pactaron una aportación del 0,6% de la cotización por contingencias comunes, repartido entre la empresa y el trabajador, con la misma distribución que en las cotizaciones sociales. Pero hay una serie de factores propios del mercado laboral que también han propiciado el cambio de tendencia en el sistema de pensiones, como ha matizado Montero.

Las mejoras aprobadas por el Gobierno en materia laboral como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) -aumentando la aportación de los trabajadores al sistema-, el impacto de la reforma laboral en la mejor calidad del empleo o la “buena gestión” del equipo de Seguridad Social, según la ministra de Hacienda, han permitido llenar la hucha de nuevo. En último término, estas mejoras también permiten mantener la revalorización de las pensiones en base al IPC, a pesar de los elevados niveles de inflación.

Subida de las pensiones un 8,5% en 2023

La revalorización de las pensiones en base al Índice de Precios de Consumo (IPC) es la medida estrella del Gobierno para asegurar el poder adquisitivo de los pensionistas. El Ejecutivo realiza el cálculo sobre el IPC interanual de noviembre para anticipar la subida que se hará efectiva el 1 de enero siguiente y lo incluye en sus Presupuestos futuros. En este momento ya se conocen las previsiones del Gobierno para la subida de pensiones que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2023: un 8,5% más, según el IPC interanual estimado al cierre de noviembre, tal y como aparece en las cuentas públicas diseñadas para 2023 por el equipo de Hacienda.

La subida del 8,5% afectará a todo tipo de pensiones, sean contributivas o no, al igual que al Ingreso Mínimo Vital (IMV). Los Presupuestos Generales del Estado de Montero contemplan así un aumento del gasto en pensiones del 11,4% para el próximo ejercicio, hasta los 190.687 millones de euros, con el objetivo de hacer frente a la revalorización de las pensiones en base al IPC, en el 9% según los últimos datos avanzados por el INE en septiembre.

El gasto presupuestado en pensiones para 2023 alcanza de nuevo cifras récord en una tendencia de subidas continuadas desde el inicio de los registros en 1996. De hecho, la cantidad destinada a pensiones es cuatro veces superior que los 47.578 millones presupuestados en 1996 para ello, como demuestra el gráfico. 

La revalorización de las pensiones según la inflación es una de las medidas más importantes de la primera legislatura del Gobierno de coalición. De hecho, es una de las cuatro claves del acuerdo ratificado entre el Ministerio de Seguridad Social y los agentes sociales el pasado 29 de junio de 2021. Incluso la patronal votó a favor de las medidas destinadas a asegurar el poder adquisitivo de los pensionistas. Una revalorización que también cuenta con el visto bueno inicial del Pacto de Toledo desde junio de 2018, la comisión parlamentaria donde los diferentes grupos políticos emiten recomendaciones sobre el sistema de pensiones.  

La última actualización de la revalorización de las pensiones, aprobada el pasado 25 de enero de 2022 por el Consejo de Ministros, contempla una nueva disposición de la Ley General de la Seguridad Social para garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, adaptando el cálculo al IPC real. “Las pensiones de Seguridad Social, en su modalidad contributiva […] se revalorizarán al comienzo de cada año en el porcentaje equivalente al valor medio de las tasas de variación interanual expresadas en tanto por ciento del Índice de Precios al Consumo de los doce meses previos a diciembre del año anterior”, rezaba el texto aprobado por el Consejo de Ministros en el arranque de este año.

Escrivá tranquiliza a los pensionistas: las arcas públicas pueden hacer frente a la inflación

A pesar de los elevados niveles de inflación de los últimos meses, superando incluso las dos cifras, el Gobierno ha prometido mantener la revalorización de las pensiones en base al IPC a partir de 2023. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha reiterado en varias ocasiones que el Ejecutivo puede asumir esta medida y que las arcas del Estado tienen capacidad para ello. Un mensaje de calma y tranquilidad para los pensionistas frente a aquellos que alertan de la inviabilidad del sistema.

El responsable de pensiones emplazaba así a los más críticos a “mirar el balance entre ingresos y gastos de las arcas de la Seguridad Social” y aseguraba hace unos meses que la situación del sistema hace perfectamente posible la revalorización de las pensiones en base al IPC. Ya en agosto de 2022, Escrivá sacaba a la palestra el llenado de la hucha de las pensiones: "Nunca desde hace muchos años la Seguridad Social ha tenido una situación de sus cuentas más holgada”.

Una situación que parece asegurar el sistema de pensiones y la jubilación presente y futura, tanto para los pensionistas actuales como para los trabajadores que se convertirán en ellos en el futuro más próximo, especialmente la generación del baby boom. Más allá de las previsiones de unos y otros, solo queda esperar a ver la evolución de la hucha de las pensiones en los próximos años para saber si las aportaciones del MEI funcionan y se efectúa el cambio de tendencia en la recaudación del sistema o bien, se queda como una inyección puntual y desaparece en caso de un cambio de Gobierno. Por el momento, ni el Ministerio de Hacienda -responsable de los Presupuestos Generales del Estado- ni el de Seguridad Social -responsable de las pensiones y del fondo de reserva- se atreven a avanzar qué podría pasar, sino que se remiten al plazo previsto para el funcionamiento del MEI.