El Gobierno ha alcanzado un primer acuerdo en la reforma de pensiones este lunes con los agentes sociales. Tal y como estaba previsto, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, sindicatos y patronal han alcanzado el consenso en la primera parte de la reforma del sistema de pensiones, en unas negociaciones que continuarán durante toda la semana.

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Por el momento, este primer acuerdo consta de cuatro claves básicas para el futuro de las pensiones, que se concretarán en el Anteproyecto de Ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo de la sostenibilidad financiera y social. 

1. Revalorización de las pensiones con el IPC

El primer punto de la reforma supone la revalorización de las pensiones con el Índice de Precios de Consumo (IPC), una de las propuestas más trabajadas en la negociación. Ahora, las pensiones estarán más acordes a la subida de los precios de los productos básicos diarios, sin afectar negativamente al poder adquisitivo de los pensionistas.

Una de las principales novedades es que si los precios bajan, los pensionistas no verían alterada su pensión. Es decir, aunque se reduzca el coste de vida y el gasto de los pensionistas al hacer la compra, esto no afectará al importe de su pensión.

Sin embargo, la diferencia entre el IPC y la dotación de la pensión mensual se vería compensada en los años siguientes si el IPC vuelve a subir en los tres años posteriores, con la matización de que aquellos pensionistas que reciban la cantidad mínima, con menos ingresos, no se verían afectados por dicha compensación.

2. Retraso de la edad efectiva de jubilación

El segundo punto clave del primer acuerdo pasa por el retraso de la edad efectiva de jubilación, con varias medidas. A diferencia de las reformas anteriores, este acuerdo contempla una novedad y es que se retrase la edad de jubilación para los trabajadores que quieran trabajar más de forma voluntaria.

Por un lado, el Gobierno ha planteado varios tipos de incentivos para retrasar la edad de jubilación. Por un lado, aplicar un porcentaje adicional del 4% de la pensión por cada año de demora. En la práctica, supone que por cada año que trabajes de más, por encima de los 66 años, recibirás un dinero extra anual. Es decir, si cobraras 1.000 euros de pensión y decides retrasar tu jubilación recibirás 1.040 euros por cada año de más.

Por otro lado, el Ejecutivo plantea un cheque por el que se podría percibir un máximo de 12.060,12 euros en un pago único, siempre que se haya cotizado más de 44 años y medio.

Además de los incentivos, el acuerdo también plantea penalizaciones para quien decida prejubilarse de forma voluntaria, siguiendo con el mismo objetivo. Aquí es clave la figura de los coeficientes reductores, cálculos por los que cuanto más adelantes la jubilación, menos recibes luego en tu pensión.

Los coeficientes reductores, claves para el cálculo

Con la reforma pasarán de ser trimestrales a mensuales, con cambios en los porcentajes. Un ejemplo práctico: si has cotizado menos de 38 años y 6 meses y adelantas tu jubilación dos años antes de lo previsto, la pensión se podría reducir hasta en un 21%, según se anticipe la jubilación más o menos meses. Por otro lado, si has cotizado entre 38 años y 6 meses pero menos de 41 años y 6 meses, los nuevos coeficientes irían entre el 3,11% y el 19%, frente al 1,9% y 15% actual.

Por ese motivo, la responsable de la negociación de UGT en las últimas semanas, Cristina Estévez, recomienda retrasar la jubilación voluntaria unos meses para salir más beneficiado: “Es tan sencillo como que alguien que se quiere jubilar que espere dos meses”. 

La reforma también modifica los coeficientes de los jubilados anticipados involuntarios, con cambios que pasan por aplicar estos coeficientes por mes y no por trimestres, como se venía haciendo hasta ahora. El borrador explica que estos tramos oscilarán entre el 30% de reducción de la pensión si te jubilas cuatro años antes de la edad legal, con menos de 38 años y 6 meses cotizados. La reducción va disminuyendo hasta el 0,5% si te jubilas un mes antes y has cotizado más de 44 años y 6 meses.

Sin embargo, esto no será ya, sino que el Gobierno plantea un régimen transitorio de diez años con distintos coeficientes para aquellos trabajadores que cotizan por encima de la pensión máxima, con el objetivo de “reforzar la equidad” del sistema.

3. Eliminación del factor de sostenibilidad

El punto más importante y una de las “líneas rojas” de los sindicatos. Cristina Estévez, explica a ElPlural.com los principales problemas de este factor de sostenibilidad. “Si pasabas esa edad de esperanza de vida se recortaba tu pensión” -critica- “es un sistema perverso”.

La derogación del factor de sostenibilidad incluido en la reforma del Partido Popular en 2013, con la entrada en vigor prevista para 2023 y que ya no llegará a la práctica, supone una nueva negociación en la que Gobierno y agentes sociales tendrán que debatir sobre el nuevo mecanismo de “equidad generacional” hasta el 15 de noviembre, explican desde UGT. No obstante, este mecanismo no entraría en vigor hasta 2027.

4. Restricción de las cláusulas de jubilación forzosa

El último y cuarto punto clave para entender el acuerdo sobre la reforma del sistema de pensiones pasa por la restricción de las cláusulas de jubilación forzosa, solo para mayores de 68 años y con la obligación de contratar de forma indefinida y a tiempo completo a un trabajador de relevo.

Estas son las claves del acuerdo alcanzado este lunes entre el Gobierno y los agentes sociales pero es solo la primera parte de lo que será una gran reforma del sistema de pensiones. Así, tras la firma oficial del acuerdo este jueves 1 de julio, las partes se emplazan a continuar negociando en una serie de reuniones que podría durar hasta 2022.