Tras la reunión del Consejo de Ministros celebrada este martes se ha anunciado la creación de un mecanismo que incentive el empleo dentro del cálculo del Ingreso Mínimo Vital (IMV). Este ingreso, aprobado en junio del 2020, ha dado cobertura ya a más de 500.000 hogares y cuenta con 1,4 millones de personas que se benefician de ello.

Este ingreso es totalmente compatible con la inclusión en el mercado laboral del beneficiario, puesto que el que existan ciertas retribuciones no excluye de percibir el IMV. Ahora, el Ejecutivo ha anunciado la implantación de un mecanismo que anime a los perceptores a introducirse y mantenerse dentro del mercado laboral.

Así pues, fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones aseguran que dicho incentivo, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, no es una prestación independiente, si no que entra dentro del propio Ingreso Mínimo Vital. Tal y como esta planteada la ayuda, actualmente es el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) el que se encarga de hacer las revisiones del IMV cada año.

Teniendo en cuenta que este ingreso es resultado de la diferencia entre la Renta Garantizada y los ingresos, al realizar la revisión anual del IMV pueden darse tres escenarios distintos. Por un lado, que se siga cobrando la ayuda con la misma cuantía durante un período más, o que se siga cobrando en una cuantía superior si la situación económica empeora. Por otro lado, puede que la cuantía del IMV disminuya si mejora la situación económica del beneficiario o bien cuando se excede el baremo de la ayuda. "Es un incentivo al empleo, se tendrá en cuenta la situación de los hogares y será la cuantía del incremento salarial irá regulándose", ha matizado la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez.

Es en estos dos últimos casos donde se activa la nueva medida del Ejecutivo, ya que, para que se produzca una mejora de la situación económica ha de existir una percepción o aumento salarial. Es por ello por lo que este nuevo incentivo al empleo se encuentra vinculado al IMV y no será necesario solicitarlo si no que es el propio INSS el que actúa de oficio.

Este incentivo tendrá en cuenta la composición del hogar con especial atención a aquellos que cuenten con menores, familias monoparentales con hijos o personas con discapacidad. También se observará a la hora de calcular el incentivo la cuantía del incremento salarial del hogar, así como si el incremento salarial proviene de personas que ya se encontraban empleadas en la revisión anterior (margen intensivo) o personas recién incorporadas al mercado laboral (margen extensivo)

Funcionamiento del incentivo al empleo

El incentivo propuesto por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones tendrá en cuenta la cuantía del IMV correspondiente a cada beneficiario, así como la renta garantizada, es decir, el dinero que el Ministerio asegura que percibirá la persona que se beneficie de la medida.

Hasta la fecha, hogares cuyos ingresos por su actividad laboral eran inexistentes, obtenían un IMV de unos 5.900 euros anuales por persona en concepto de renta garantizada, mientras que hogares con ingresos procedentes de la actividad laboral también se beneficiaban de la cuantía, pero descontando el salario percibido. Poniendo por caso un trabajador cuya actividad laboral ha ascendido hasta los 1.000 euros anuales, percibe un IMV de 4.900 euros, resultado de la diferencia entre los 5.900 procedentes de la ayuda menos los 1.000 percibidos por la actividad laboral.

IMV= Renta Garantizada (5.900 euros) – Salario percibido (1.000 euros)

Con el nuevo mecanismo, la Administración incentivará la inclusión y permanencia en el mercado laboral del beneficiario del IMV. Para ello, descontará el salario percibido del cálculo de la ayuda. No obstante, este incentivo se dará en tres tramos diferenciando, bonificando más las nuevas inclusiones al mercado laboral que las que se mantienen.

El primer tramo del incentivo abarca hasta el 60% de la renta garantizada (5.900 euros); es decir, hasta los 3.540 euros. Si la persona beneficiaria de la ayuda percibe menos de 3.540 euros, el IMV se percibirá íntegro.

Así pues, retomando el ejemplo anterior, con la nueva medida, la persona que ha percibido esos 1.000 euros por su actividad laboral cobrará íntegramente la renta garantizada de 5.900 euros, aumentando la renta disponible hasta los 6.900 euros. De esta forma, la ecuación quedaría así:

Renta Disponible= IMV (5.900 euros) + Salario percibido (1.000 euros)

En un segundo tramo, a partir del 60% de la renta garantizada o 3.540 euros, dejará de computarse entre el 20% y el 40% del salario percibido, dependiendo de la composición de los hogares y las personas del núcleo familiar.

De esta forma, para una persona que no cuente en su núcleo familiar con más integrantes y ya se encuentre incorporada en el mercado laboral dejará de computarse el 20% del salario, en caso de nueva inclusión --margen extensivo—el porcentaje que dejará de computarse será el 30%. Mientras que las familias con hijos dejarán de contarse el 35% del salario percibido y para hogares con personas dependientes llegará hasta el 40%.

Siguiendo el ejemplo, los ingresos de la persona se han incrementado de los 1.000 euros iniciales hasta los 4.500, colocándose en el segundo tramo. Así pues, con la ausencia del incentivo la cuantía a percibir por el salario mínimo sería de 1.400 euros (5.900 del IMV – 4.500 del salario percibido). Sin embargo, aplicando el incentivo, la cuantía del incentivo sería de 3.830 euros lo que se sumaría al IMV, por lo que la renta disponible sería de 9.730 euros anuales.

Un tercer tramo, se mantendría cuando, por aumento salarial, la persona excede los umbrales del IMV. No obstante; el incentivo se mantiene hasta un 1,7 veces la renta garantizada. En este caso rondarían los 10.000 euros.

De acuerdo con fuentes del Ministerio, esta ayuda beneficiará a uno de cada cinco hogares que disfrutan del IMV. Además, este incentivo no generará un sobrecoste en la arcas de la Seguridad Social, ya que lo compensará con el aumento de las cotizaciones. De acuerdo con los cálculos del Ministerio, por cada euro invertido retornarán entre 1,5 y 3,5 euros a las arcas del Estado.