El Consejo de Ministro aprobará este martes la propuesta de Pedro Sánchez de rebajar el IVA del gas del 21% al 5% a partir de octubre. La medida se extenderá hasta diciembre, aunque, de ser necesario, se ampliará durante 2023, según confirmaba el presidente del Gobierno. Con esta bajada impositiva, España sigue la estela de Alemania, que ya rebajó el tipo impositivo para afrontar la escalada de los precios de la energía. No obstante, la pregunta ahora es ¿cuánto ahorrarán las familias con la rebaja del IVA al gas?

¿Cómo se calcula el IVA del gas?

En multitud de ocasiones la factura del gas se torna indescifrable para el consumidor. Dentro de dicho documento se pueden diversos términos que deben entenderse para calcular correctamente el importe correspondiente.

En primer lugar, se encuentra el término fijo del gas que es abonado por todos los usuarios, independientemente del consumo de gas realizado. Este término fijo se desembolsa simplemente por tener acceso a la red de distribución de gas, es decir, por disponer de suministro de gas.

El término fijo se cobra por días, aunque en la factura del gas puede aparecer con dos expresiones diferentes: en euros por día o en euros por mes. Su precio depende en gran medida del peaje de acceso de gas que tenga el usuario. Éste no puede elegirse y lo asigna la distribuidora que ofrece el servicio en base al consumo anual realizado, dividiéndose en tres tramos:

  • Consumos de hasta 5.000 kWh/año: Normalmente orientados a viviendas que disponen de agua caliente y cocina funcionando mediante gas natural.
  • Consumos entre 5.000 kWh/año hasta 50.000 kWh/año: Dirigidos a viviendas que cuentan con agua caliente cocina de gas y calefacción
  • Consumos mayores a 50.000 kWh/año: Peaje que se aplica sobre todo en pequeñas o medianas empresas.

De esta forma, la distribuidora aplica el peaje dependiendo de la estimación de consumo anual que realizará cada consumidor.

En segundo lugar, se encuentra el término variable, que hace referencia a la cantidad que se paga por el consumo realizado en un periodo de facturación concreto en función del gasto energético que se haga en dicho periodo y del precio del kWh de gas que tenga la tarifa contratada.

A estos dos importes se le ha de sumar tanto el impuesto de hidrocarburos, que tiene un coste de 0,00234 euros por kWh, como el alquiler de equipos o contadores que se cifra en 0,69 euros al mes para una vivienda media. Este precio se abona en la factura y se destina a la empresa distribuidora.

Por último, se aplica el IVA, que hasta ahora se cifraba en un 21% y que a partir de octubre se rebajará al 5%. Para calcular el importe correspondiente antes hay que sumar todos los conceptos anteriores (término fijo, termino variable, impuesto de hidrocarburos y alquiler de contadores) y multiplicarlos por 0,21 o 0,05 a partir del próximo mes.

De este modo, se calcula en primer lugar el término fijo multiplicando los días facturados por el precio de dicho término. En una factura estándar que se abona cada dos meses, se multiplicaría los 0,2966 euros del término fijo por 60 días, dando un total de 17,80 euros. Posteriormente se calcularía el término variable, multiplicando los kWh de gas consumidos por el precio del kWh del gas. Por ejemplo: Si se realiza un consumo de 230 kWh y el precio del gas está a 0,0527 euros el kWh, el múltiplo de las dos cifras da como resultado 12,12 euros.

En tercer lugar, se ha de multiplicar el impuesto de hidrocarburos, 0,00234 euros por los kWh consumidos, que en este caso se cifran en 230 kWh, esta operación daría un total de 0,5382 euros. Por su parte el alquiler de contadores que se abona por mes se multiplicaría por dos en una factura de dos meses. De esta forma, los 0,69 euros de referencia pasarían a ser el doble, es decir, 1,38 euros.

Una vez hechos los cálculos de cada concepto de la factura, habría que sumar los resultados de dichos conceptos y multiplicarlos por el IVA correspondiente. Así pues, tomando de referencia los ejemplos anteriores, se han de sumar los 17,80 euros del término fijo, los 12,12 euros del término variable, los 0,5382 euros y los, 1,38 euros del alquiler de contadores, dando un total de 31,83 euros. Esta cifra ha de ser multiplicada por el IVA, que aún se sitúa en el 21%. Por tanto, al multiplicar 31,83 por 0,21 daría un resultado de 6,69 euros que han de sumarse a los 31,83 euros, dando un total de 38,52 euros.

Por el contrario, si se multiplican esos 31,83 euros por 0,05 que equivalen a un IVA del 5%, el resultado que habría que sumar a la factura final se sitúa en 1,59 euros frente a los 6,69 euros que se abonarían aplicando el 21%. De esta forma, la factura final se colocaría en los 33,42 euros, lo que supone un ahorro de 5,10 euros.

¿Cuánto se ahorra con la bajada del IVA de la luz al 5%?

Si se toma de referencia el ejemplo anterior, bajar el IVA del recibo de la luz del 21% al 5% supone un ahorro de menos de cinco euros al mes para un hogar medio. Las más de diez millones de familias que tienen una tarifa regulada mantiene un consumo en torno a 3,500 kWh al año, según el IDAE, y una potencia contratada de 3,5 kW, una de las más bajas que se pueden contratar, pagaron casi 10 euros de IVA en los últimos 31 días, según el simulador de factura de la CNMC.

El impacto en las arcas públicas

La rebaja del IVA del gas costará 190 millones de euros hasta diciembre, tal y como adelantó en su momento la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El coste se verá reflejado en una menor recaudación tributaria. No obstante, tal como señaló la titular de Hacienda, es menor que el que tienen otras medidas, como las bonificaciones impositivas a los precios de la luz.

Montero, defiende las rebajas “selectivas” de impuestos, y ha cifrado en 10.000 millones de euros el ahorro para familias y empresas, si se tienen en cuenta todas las ayudas y bonificaciones aprobadas por el Ejecutivo.