En la Unión Europea la capacidad de actuación de los gobiernos en política económica se reduce a la política fiscal que a su vez se ve limitada por los compromisos de límite de déficit presupuestario y en menor medida a las políticas laborales o de regulación del empleo.
Los tipos de interés vienen determinados de manera independiente por el Banco Central Europeo que necesita realizar difíciles equilibrios para implementar una política monetaria adecuada teniendo en cuenta las diferencias, en casos sustanciales, entre los países integrantes de la Unión y el tipo de cambio se fija en el mercado libre influenciado en gran medida por la política monetaria del BCE.
Podemos deducir que la autonomía en política económica de los gobiernos es muy reducida.
De la misma manera, en el entorno globalizado en el que nos encontramos, la influencia del desenvolvimiento economía mundial la desaceleración de la economía china o la guerra comercial de Trump, por ejemplo, influye en el resto de los países de forma mas o menos intensa.
La economía de nuestro país, después de salir de la recesión, experimento un pico de crecimiento del PIB del 3.8% a principios del 2016 para luego ir decreciendo hasta el último dato publicado del 2.7% del segundo trimestre en términos anuales.
PIB España crecimiento en términos anuales.
Este crecimiento económico desde cotas negativas en 2012 hasta los máximos del 2016 se debió al restablecimiento de la normalidad en los mercados financieros y de deuda gracias a la oportuna intervención de Mario Dragui, a una mejora de la economía global, Estados Unidos con su política de expansión monetaria salía de crecimientos cercanos a cero hasta llegar al 4% actual.
El Gobierno de Mariano Rajoy contribuía modestamente a esta mejora de los datos macroeconómicos con dos medidas, la reforma laboral y la rebaja del impuesto directo, a destacar el de sociedades, los impuestos indirectos, sin embargo, fueron elevados- que supusieron una devaluación interna, debido a la rebaja de salarios principalmente. El objetivo de estas devaluaciones es el aumento de la competitividad exterior de nuestros productos. Este efecto se vio reforzado de manera muy importante por la caída de la cotización del euro, casi un 25%, resultado de la política monetaria expansiva del BCE.
Básicamente podemos decir que la mejora en nuestro diagnóstico macroeconómico desde el 2012 hasta el 2017 se debió a un entorno global favorable y a la a la actuación del banco central.
La devaluación interna del Gobierno del PP colaboró convirtiéndonos en un país barato a costa de bajar los salarios de los puestos de trabajo menos cualificados gracias a la desregulación del mercado laboral y la desaparición de la figura de los convenios colectivos y reduciendo el impuesto de sociedades al igual que la contribución empresarial a la Seguridad Social.
Evolución salarios de trabajadores de baja cualificación.
Impuesto de sociedades en España.
Contribución de las empresas a la seguridad social.
Sin embargo, se mantuvo el mismo de nivel de contribución del trabajador a la Seguridad Social y se elevó el IVA, impuesto indirecto, el menos equitativo ya que es soportado por toda la población independientemente de su nivel de ingresos, con el fin de compensar lo no recaudado con las rebajas anteriores.
Evolución IVA España.
Todas las medidas de política económica enumeradas son un ejemplo de manual de política regresiva que provocó un reparto desigual de la riqueza y que además de dejarnos a la merced de la evolución de la economía de países extranjeros, dependencia máxima de las exportaciones, consiguieron que el poder adquisitivo de los españoles se redujera a mínimos y que la tasa de riesgo de pobreza desde el 2012 se elevara en mas de dos puntos. Esta tasa es un barómetro del nivel de desigualdad de un país. En España nos situamos gracias a estas medidas en tercer lugar de toda la Unión Europea.
Tasa de riesgo de pobreza.
Con el reciente empeoramiento de la economía mundial, desaceleración en China, subidas de tipos de interés en Estados Unidos, incertidumbre comercial gracias a Trump y tensión en Europa por las políticas de los ultraderechistas italianos, España ha visto como su principal motor económico, las exportaciones se estancaban en 2017 y descendían ligeramente desde entonces.
Exportaciones españolas.
La otra fuente de crecimiento que es el consumo interno también viene decreciendo desde el 2016 resultado lógico de la política de empobrecimiento y de reducción del poder adquisitivo de los españoles que el Gobierno del PP llevó a cabo. Las ventas minoristas muestran una senda decreciente de esa fecha.
Ventas minoristas en España.
Y a pesar de todos estos nefastos resultados fruto de una política de ajuste duro, el Gobierno del PP mantuvo estable en los últimos años el nivel de deuda pública, pero, eso sí, después de haberlo incrementado durante su mandato desde un 69.5% hasta un 100% actual, y no por un incremento en la partida de gastos sociales precisamente.
Nivel de deuda sobre PIB de España.
Los defensores de la política económica del Gobierno anterio presumen de una reducción de la tasa de desempleo hasta un 15.3% actual, cifra alrededor de la media de las últimas décadas, resultado que no puede calificarse de extraordinario teniendo en cuenta el muy favorable entorno económico mundial que hemos disfrutado en los últimos años y aún menos si analizamos la calidad del empleo originado, creador de la figura del denominado trabajador pobre.
No dejamos de oír últimamente en medios de comunicación, por tertulianos y comentaristas no simpatizantes con el Gobierno socialista actual que la economía se encamina hacia el desastre llevado de la mano de Pedro Sánchez.
Comentarios evidentemente absurdos tras solo dos meses de mandato, pero si, en algo tienen razón, la economía española puede empeorar en el futuro cercano, aunque de ser cierto ello solo sería fruto de la herencia del gobierno del PP que nos ha dejado un país sin capacidad de consumir y dependiente de la evolución del resto del mundo.
Si el entorno económico global se deteriorase, y todo indica que así puede ser, el Ejecutivo socialista deberá de tomar medidas de política económica contra cíclicas y esto no es mas que compensar la ausencia de tirón de las exportaciones y del consumo interno con un incremento del gasto público en inversiones productivas y con una elevación del poder adquisitivo de los salarios mas bajos para aumentar la capacidad de consumo de los españoles.
Para ello, el primer paso sería derogar la reforma laboral, el segundo elevar el salario mínimo y el tercero la subida del impuesto de sociedades y del de las rentas mas altas (medida que actualmente están estudiando), junto con otras medidas recaudatorias que sirvieran para financiar el gasto.
En el periodo anterior se ha producido un descomunal trasvase de riqueza de las rentas bajas a las mas altas en un periodo de bonanza económica mundial, ahora toca revertir esta desigualdad y fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores españoles para convertirlo en el futuro en un pilar importante de nuestra economía.
