El debate sobre topar el precio del gas a nivel europeo se extiende ya varios meses sin ningún acuerdo fructífero. Este martes, por fin, la Comisión Europea ha dado un paso adelante con una propuesta en firme; aunque, como ha apuntado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, para asumir el tope propuesto por Bruselas, “es mejor no hacer absolutamente nada”. “Es una tomadura de pelo”, ha añadido con enfado.

Así de contundente ha respondido la responsable del Gobierno en esta materia, visiblemente cansada de la equidistancia europea, temerosa de cortar las alas a la especulación energética. De hecho, Ribera ha ido más allá y ha advertido a la Comisión Europea que “o se hace una propuesta seria o, simplemente, dejamos de respaldar las propuestas de la Comisión en otros temas”. Este es el nivel de desafío que esta dispuesto a asumir el Ejecutivo español y otros muchos aliados por la “elevada indignación vivida en estos momentos.

Bruselas ha propuesto establecer el tope cuando el mercado de futuros holandés TTF, mercado de referencia para el precio del gas en toda la Unión Europea, alcance, ni más ni menos, los 275 euros el megavatio hora. Cabe destacar que, en España, el mecanismo ibérico que topa este combustible salta al alcanzar los 40 euros/MWh, precio que se irá elevando hasta alcanzar los 70 euros/MWh, con subidas mensuales de cinco euros tras sus primeros seis meses de aplicación y que tiene previsto su final el 31 de mayo de 2023.  

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"Esta misma tarde, mientras estábamos aquí (en el Senado), la comisaria europea de energía, Kadri Simson, ha anunciado que ese precio máximo al gas natural que queremos que nos proponga de forma regulada la Unión Europea (UE) debe estar alrededor de 275 euros el megavatio hora. Nosotros nos vamos a oponer con contundencia, con rotundidad, nos parece que para esa referencia (de precio) es mejor no hacer absolutamente nada", ha sentenciado la ministra. "Me parece que esa propuesta es manifiestamente rechazable por todos lados. Ni el modo en el que se ha presentado el diseño de esa medida ni el precio tope ni la aplicación de las dos condiciones simultáneamente nos parece que resuelva nada", ha añadido. Esta semana, Ribera ha criticado también el acuerdo climático, escaso y tibio a partes iguales. 

No parece que el Ejecutivo europeo haya prestado atención a los países ibéricos, España y Portugal, donde el precio de la luz es el más bajo de toda la Unión, con casi 200 euros/MWh de diferencia. El invierno ha penetrado ya las fronteras europeas y gran parte de países, desprovistas de gas y con precios muy elevados, no parecen preocupados por definir rápidamente medidas para abordar la situación. España se está viendo obligada a comandar esta iniciativa, a pesar de que el país ya cuenta con medidas, abastecimiento y un tope que, como mínimo, se extenderá hasta el 31 de mayo y aliviará, en la medida de lo posible, el invierno de las familias.

Esclarecedor es que, a principios de esta semana, con el frío asentado ya en la mayoría de países, Alemania marcaba un precio promedio de 253,8 euros/MWh (184,24 euros más), Italia ascendía hasta los 249,2 euros/MWh (179,84 más) y Francia alcanzaba los 245 euros/MWh (175,44 más). El coste más elevado lo registraban los países bálticos (Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania), con 264,2 euros/MWh. En sentido opuesto, el precio más bajo lo registran los países ibéricos, con 55,98 euros/MWh, en una clara muestra de cómo se tienen que aplicar las medidas de alivio al precio de la energía.

"Me parece que es una propuesta formal que no se ajusta a lo que le hemos pedido los estados miembros, así que calculo que se va a encontrar una oposición firme de la mayoría de los estados miembros. No creo que sea algo que pueda resolver en absoluto la situación actual, al contrario, da alas a mayor especulación y a mayor precio de ventas, así que batallaremos en contra", ha finalizado la titular de la cartera de Transición Energética, mostrando un hartazgo más que evidente.