Antonio Garamendi, presidente de la CEOE y líder de los empresarios españoles, ha asegurado en una entrevista a La Vanguardia que “no es el momento de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”. Además, el representante de los empresarios ha alertado de posibles desencuentros en la futura ley de los riders o en el debate sobre la “contrarreforma laboral”.

“En los últimos cuatro años, el salario mínimo ha subido el 45%”, explica Garamendi, que asegura que el salario mínimo afecta precisamente a los sectores más vulnerables como la agricultura, hostelería o comercio: “son sectores que están destrozados”. Además, justifica que la inflación negativa provocará que los salarios van a tener mayor capacidad adquisitiva y por tanto, “nos parece que no es el momento de hablar de subidas”.

El líder de la patronal ha recalcado, una vez más, la delicada situación por la que está pasando el sector servicios, “que están sufriendo de una forma durísima como consecuencia además de cierres administrativos”. El presidente de la patronal recalca que hay muchos locales de hostelería cerrados por decisión administrativa y que el comercio “está sufriendo muchísimo”.

“Son sectores que lleva el colectivo más vulnerable: porque son familias, muchos con pequeñas empresas” -reconoce el presidente, haciendo referencia al impacto de la pandemia en el negocio de las pymes- “Es una gente que necesita una protección especial. También el ocio nocturno y toda la cadena de valor: lavanderías, mantenimiento de aire acondicionado, las fábricas de fuegos artificiales...”.

Ante esto, la patronal pide “medidas adicionales directas” y asegura que “si en la primera parte de la pandemia había un problema de liquidez, en estos momentos hay un problema de solvencia. Es necesaria una acción directa”.

Apoyo a la hostelería y la restauración

Garamendi recuerda que desde hace tiempo se está diseñando el plan de apoyo a la hostelería y la restauración, además de medidas aprobadas en la última semana. “Al menos ya se ha planteado” -reconoce el líder de la patronal- “Mejor tarde que nunca”.

Por otro lado, celebra las medidas aprobadas en el último Consejo de Ministros como la extensión de las líneas ICO hasta el 30 de junio, aumentar la devolución de estos créditos a ocho años o poner en marcha el escudo antiopas.

“No es solo la Navidad, sino también la Semana Santa. ¿Quién va a contratar una boda en mayo? ¿Quién va a contratar una primera comunión en abril o en mayo? ¿Quién va a viajar?” -se pregunta Garamendi ante el futuro de la pandemia- “Intentaremos recuperar la Semana Santa, si no estamos en la situación de pandemia de ahora. Y sobre las Navidades, el término perdido a mí no me gusta, aunque van a ser muy complicadas y difíciles, sí”.

En cuanto a la reforma laboral, el presidente de CEOE avanza: “Hay que tener tranquilidad para hablar de la reforma laboral, tratarla con más calma. Pero debemos tener presente que estamos hablando de 140.000 millones que vienen de Europa y nadie se está queriendo acordar de que Europa nos está diciendo que hay que emprender también reformas, sobre las pensiones o la modernización del mercado laboral”.

"La contrarreforma laboral va en dirección contraria"

Así, asegura que la contrarreforma laboral del Ministerio de Trabajo “va en dirección contraria” a lo planteado por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional o la OCDE. Garamendi también ha querido hablar sobre el aparente desacuerdo del Gobierno, especialmente entre Yolanda Díaz y Nadia Calviño.

“Por primera vez el Gobierno de España funciona en coalición y es verdad que, en estos momentos, es un poco sorprendente en cierta medida la deslealtad que vemos o las opiniones diferentes dentro de un mismo Gobierno. Sin ir más lejos, nos ha sorprendido que un Gobierno presente los presupuestos y un partido de gobierno haga una enmienda a los presupuestos” -explica el presidente- “Cuando se abra el melón de la reforma laboral, ya veremos si el Gobierno será unitario… Pero, insisto, creo que no es el momento, con la que está cayendo”.

Por otro lado, con respecto a la subida de sueldo de los funcionarios y la revalorización de las pensiones en un 0,9%, el líder de los empresarios españoles considera que “es un gasto estructural, que no coyuntural”, por lo que reconoce no entender la subida generalizada. “Si incorporamos gastos estructurales en vez del 3% nos vamos al 8% (de déficit). Queremos dejarlo claro, porque a veces nos toca ser Pepito Grillo”, asegura el empresario.

“Hay subidas fiscales sin recorrido, que consideramos ideológicas y que no recaudan, como el impuesto de patrimonio o el de sucesiones. Estamos preocupados por el incremento en el impuesto de Sociedades, que perjudica a multinacionales o empresas españolas con filiales”, reconoce Garamendi.

“No entendemos la subida de impuestos, pensamos que no es buena. Cuando se dice en España que la presión fiscal es menor que en Europa es cierto, pero se debe a que en Europa la economía sumergida es del 13% y en España, del 24%. Es decir, que el 24% de la economía no paga impuestos”, explica el líder de CEOE.