Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), ha valorado positivamente el acuerdo salarial que los órganos directivos de la patronal ratificaron este lunes. A falta de que CCOO de su visto bueno este martes (UGT ya lo ha aprobado), existe consenso entre los agentes sociales para subir los salarios un 10% entre 2023 y 2025. “Con este acuerdo queda garantizada la paz social hasta 2025”, ha afirmado el máximo representante de los empresarios. Después de varios años, ambas partes han firmado un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que será firmado este miércoles sin la presencia de ninguna personalidad del Gobierno. 

No obstante, como ha recordado Garamendi en su entrevista concedida a CincoDías, este acuerdo es tan solo “una recomendación” que funciona como “guía” para las negociaciones que se darán en cada mesa y para cada convenio. “Es un acuerdo equilibrado, que es bueno para la estabilidad del país, es un buen acuerdo para España”, ha señalado el presidente de CEOE, que demuestra “que los empresarios y los sindicatos hemos vuelto a ser responsables”, ha continuado. Ahora, los negociadores de cada convenio tendrán que demostrar si continúan siendo responsables o si los trabajadores continúan con convenios caducados desde hace años.

Los porcentajes de subida recomendados -4% en 2023 y 3% tanto en 2024 como en 2025- son generales, aunque es posible que algún sector se descuelgue. “Se hablará en cada sector, territorio o empresa […] cada mesa de negociación de convenios decidirá qué hace”, ha señalado Garamendi. “Hay margen dependiendo de en qué sectores”, ha añadido, referenciando que en algunos podrán realizarse subidas mayores, que ya se están firmando o se han firmado, y en otros no. De hecho, el líder de la patronal ha hecho hincapié en que existen sectores que ni siquiera pueden asumir la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

El mínimo legal que un trabajador debe percibir por su desempeño laboral dentro de una jornada completa se ha elevado a los 1.080 euros en 14 pagas (1260 euros en 12 pagas), lo que supone una suma anual de 15120 euros. “Creo que la subida que se ha hecho no es buena”, ha traslado el empresario vasco, “se está castigando a sectores que son, en muchos casos, los que más problemas tienen para pagar estos salarios”, ha añadido, poniendo de ejemplo el sector de la Agricultura. Con esta tesitura, parece complejo que la parte empresarial de las mesas de negociación de determinados sectores asuma subidas salariales del 4% para este año si, según traslada Garamendi, ya tienen problemas para sustentar el incremento del SMI.

Absentismo laboral

En el acuerdo suscrito entre ambas partes trasladan también su preocupación por el aumento de los indicadores de incapacidad temporal y el absentismo. En este sentido, el máximo representante de la patronal asegura que esto está suponiendo un gran problema para las empresas y que, lejos de explicarse por las derivadas de la Covid-19, puede estar respondiendo a “ciertos planteamientos culturales postcovid”. Desde CEOE y Cepyme no dudan que existe una “parte de absentismo fraudulento” que consideran es necesaria abordar.

“Somos partidarios de ayudar al trabajador que está enfermo”, ha dejado claro Garamendi, “pero no es normal el elevado nivel de absentismo que hay de golpe y porrazo”, ha añadido. No considera tampoco “normal” el presidente de CEOE que “la economía se esté recuperando” y que, tras la pandemia, “nos encontremos con una situación cultural en general diferente”. Este es uno de los principales problemas que trasladan los empresarios y su abordaje, “con mente abierta”, deberá realizarse a través de tres vías: las sanciones disciplinarias para el absentismo fraudulento, la mejora de los plazos y la agilización de las mutas, y la colaboración del Estado y las Comunidades Autónomas para que “la gente se recupere antes”.

Los sindicatos renuncian a recuperar el poder adquisitivo de 2022

El AENC definido por las partes incluye subidas salariales a tres años y otras demandas de los sindicatos como la cláusula de revisión salarial, que podrá sumar a los incrementos anuales hasta un 1% si los porcentajes contemplados se encuentran por debajo de la inflación anual. Es decir, si en 2023 el IPC anual es superior al 4%, la subida salarial podría alcanzar hasta un 5%. Sin embargo, los sindicatos han renunciado a una de sus mayores demandas, que no es otra que la recuperación del poder adquisitivo que los trabajadores han perdido durante 2022.

El pasado año, la inflación media se situó en el 8,5%, es decir, el coste de la vida avanzó en esos términos. Aquellos trabajadores que no hayan experimentado una subida que alcance, como mínimo, ese dato, habrán perdido una capacidad de comprar del tamaño de la distancia que mantengan con ese porcentaje. No han conseguido las organizaciones empresariales que esta variable se incluya en el AENC, lo que supone un triunfo para las patronales. En cada mesa, los sindicatos podrán luchar esta subida, tal y como ha reconocido Garamendi, pero no contarán con la salvaguarda de unas líneas generales pactadas.