La fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) está planteando un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción que afectaría hasta a 400 trabajadores, aproximadamente un 5% de la plantilla, por un reajuste en su producción. Ford ha tomado esta decisión tras la caída de la producción de 100 coches diarios en la planta por las menores ventas, pasando de 1.740 a 1.640 unidades.

Para llevar a cabo el ERE, la dirección de Ford España afirma que el lanzamiento del nuevo Kuga está finalizando y que, además, las ventas de otros modelos están cayendo. La compañía ha convocado a los sindicatos el próximo 10 de marzo para iniciar el periodo de consultas y es que, según CCOO, Ford alega que habrá un excedente de plantilla “insostenible” en el momento en que se reduzca la producción.

Ford Europa anunció en febrero una inversión total de 42 millones de euros para la producción de la planta valenciana a partir de 2021. En concreto, se trata de la producción de las versiones híbridas y enchufables de los modelos Kuga y Mondeo y de las variantes eléctricas del S-Max y del Galaxy.

A pesar de este anuncio, la incertidumbre reina en la fábrica de Almussafes, con 7.400 empleados en activo, precisamente desde que Ford anunciase su plan de reducción de costes en Europa.

Ya en 2019 la planta sufrió cuatro Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y dejó de fabricar los motores Ecoboost de 2 y 2,3 litros, después de que Ford tomara la decisión de trasladar la fabricación de estos motores a Norteamérica a partir de 2022. Por el momento Ford no ha anunciado ninguna alternativa para suplir la falta de producción.

Además, está previsto que desde septiembre de este año comience a funcionar en Almussafes un centro de ensamblaje de baterías. La automovilística ha invertido un total de 3.000 millones en la planta desde 2011, de los que 750 millones han ido destinados a apoyar la producción del nuevo Ford Kuga.