Ford lanzó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 410 trabajadores de su planta de Almussafes (Valencia) antes de la declaración del estado de alarma, alegando una caída de la fabricación. En cifras, la fabricación diaria se redujo en 100 coches, de los 1.740 a los 1.640 automóviles.
Ahora, la planta de Ford ha ampliado el ERE de extinción a toda la plantilla, los más de 7.000 trabajadores, por un reajuste en la producción. Por el momento, Ford se reunirá esta semana con el comité de empresa para estudiar la medida, siempre que se alcance un acuerdo sobre puntos concretos como que el personal sea del mismo perfil técnico que el excedente.
UGT, sindicato mayoritario en la planta, ha reclamado que el ERE se abra a toda la fábrica y se disminuya el número del excedente de empleo con la puesta en marcha de la nueva planta de baterías, siempre que sea el 100% de la plantilla de Ford.
Ante esto, la compañía ha trasladado al comité de empresa que está en disposición de que "el 100% de los puestos de trabajo de la nueva planta de ensamblaje de baterías sea personal Ford". En concreto, se prevé que en la próxima reunión se estudie un plan de bajas incentivadas, según fuentes sindicales.
Según las previsiones, las primeras salidas por el ERE de extinción se producirán en junio, con una segunda tanda en septiembre. En este momento la planta de Ford se encuentra en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causas organizativas y productivas tras la vuelta a la actividad del 4 de mayo.
