Ford ha convocado al comité de empresa para comunicar su intención de presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para 630 trabajadores de la planta de Almussafes (Valencia), como consecuencia de la caída de la demanda de determinados modelos fabricados en la planta valenciana, así como por el impacto del coronavirus en el negocio automovilístico.

En concreto, Ford prevé eliminar el turno de noche de la factoría de Almussafes, uno de los tres turnos de la fábrica valenciana. El ERE afectará a 630 trabajadores de la plantilla total de 6.700 operarios.

La planta de Ford se ha acogido a un ERTE desde el inicio del año, con la reducción de 15 jornadas de trabajo entre febrero y marzo y que el resto de jornadas laborales hasta 600 empleados de las instalaciones no acudan a su puesto de trabajo.

La compañía ha justificado estas medidas de reducción laboral por las menores ventas de coches, especialmente en Europa, además de los problemas de suministro de chips. En 2020, con el primer golpe de la pandemia, Ford ya realizó un ERE que supuso el despido de 350 empleados.

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Parón en el suministro en los primeros meses de la pandemia

Las restricciones del suministro de semiconductores a nivel mundial durante los primeros meses de la pandemia provocaron un parón en la industria de la automoción. Los semiconductores son un componente clave de los chips integrados en los circuitos electrónicos de algunos vehículos.

Este parón afectó a los principales fabricantes de automóviles, así como a las compañías relacionadas con esta industria. En el caso de los fabricantes de semiconductores, los fabricantes se vieron obligados a reorientarse hacia la electrónica de consumo.

En concreto, las líneas de montaje de Almussafes han sufrido un fuerte impacto en sus cifras por el coronavirus y cerraron 2020 con un total de 235.400 automóviles, 110.2250 vehículos menos que en 2019. Es decir, un 31,8% menos con respecto al año anterior.