La familia más rica del mundo, los Walton, liquidaron en los últimos 7 meses del año un total de 5.120 millones de euros de acciones de la empresa estadounidente Walmart. Se trata de una cantidad que supone el doble del valor de las bonificaciones que el gigante empresarial pagó al total de los 1,5 millones de trabajadores el pasado año debido a su esfuerzo durante la etapa más dura del coronavirus en el país. 

No obstante, los descendientes de Sam Walton, que parecen salidos de una novela de Agatha Christie, aún controlan un total de 1,14 mil millones de euros de acciones de Walmart, aunque su fortuna está realmente ligada a su participación en el negocio minorista. Concretamente su fortuna ha aumentado en 19,62 mil millones de euros durante el año pasado debido al aumento del precio de las acciones.

El éxito de Walmart ha mantenido a la familia de Arkansas -los Walton-, como la más rica, incluso superando en su tercera generación a Jeff Bezos - CEO de Amazon- y Elon Musk- CEO de Tesla- , los dos multimillonarios de nuestra era, y casi 85,28 mil millones de euros por delante de la segunda dinastía más rica del mundo, el clan Mars, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.

Las dos familias estuvieron entre los mayores beneficiarios el pasado año cuando los gobiernos y los bancos centrales inundaron las economías con efectivo. Alimentaron el auge en el comercio electrónico; comida reconfortante y el gasto en mascotas. Sin embargo, a medida que la pandemia evolucionó, nuestros hábitos de vida y consumo también lo hicieron pero a pesar de ello, las 25 familias más ricas del planeta supieron adaptarse al nuevo sistema y agregaron 266,08 millones de euros a sus fortunas colectivas, es decir, experimentaron un aumento del 22% desde el mes de agosto del pasado año. 

Los clasificados en la lista de Bloomberg son representantes de múltiples industrias y geografías. Por ejemplo, los Johnson de Fidelity Investments, con sede en Boston, se vieron beneficiados por el aumento en el comercio en línea. La familia más rica de Asia, los Ambanis, se benefició de un giro hacia lo verde y lo digital, mientras que las mayores fortunas de lujo del mundo siguieron escalando. Por ejemplo, la familia detrás de Hermes, con sede en París, se disparó un 75% a 95,52 mil millones de euros.

No obstante, la lista excluye a algunas familias como la de los Rockefeller por ser tan opaca a la hora de rastrear sus activos. Además, se fue desencadenando una cascada de esfuerzos desde Pekín hasta Washington para gravar a las mayores fortunas. Concretamente el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha propuesto junto a su partido demócrata distintas formas para señalar a los ricos, las mayores ganancias de capital y tasas de impuestos sobre la renta y las reglas que dificultarían la transferencia de activos a herederos libres de impuestos .

Sin embargo, la reacción contra el aumento de la desigualdad no es nueva. Pero a medida que la pandemia profundizó el abismo desencadenó una cascada de esfuerzos desde Pekín hasta Washington para gravar a los súper ricos, apuntando a las grandes empresas, los ingresos por inversiones y la riqueza heredada debido a que algunas de las familias más ricas de Estados Unidos, como los Koch, han estado en la primera línea de la defensa de las exenciones fiscales durante décadas.