Iberia y Repsol han firmado un convenio de colaboración para avanzar hacia una movilidad más sostenible a través del combustible. Este acuerdo se enmarca en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que promueve Naciones Unidas a través de la Agenda 2030.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, y el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, han formalizado el acuerdo, que se traduce en el desarrollo de programas y actividades conjuntas en los ámbitos de investigación y producción de combustibles para aviación de origen sostenible, capaces de reducir la huella de carbono derivada de su combustión en vuelo.También entrará en juego el desarrollo de procesos para la producción y suministro de electricidad e hidrógeno verde renovable.
Sánchez-Prieto ha señalado que este acuerdo es "completamente estratégico" para que Iberia pueda avanzar en su compromiso de sostenibilidad. Por su parte, Josu Jon Imaz ha afirmado que la puesta en marcha de este acuerdo de colaboración "es un paso más en el Plan Estratégico de la compañía".
Sostenibilidad en la aviación
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ha definido dos objetivos globales para el sector, que son una mejora del 2% anual en la eficiencia del consumo de combustible hasta 2050 y un crecimiento neutro en carbono a partir de 2020.
Para lograr estas metas y promover el crecimiento sostenible de la aviación internacional, la OACI está aplicando una serie de medidas que incluyen mejoras en la tecnología aeronáutica y operativas, combustibles de aviación sostenibles y otras basadas en el mercado como las recogidas en el Plan de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional (CORSIA).
Por su parte, Iberia forma parte del 'holfing' IAG, que se ha comprometido a lograr 0 emisiones netas en 2050. Además, en 2030 las aerolíneas de IAG operarán un mínimo de un 10% de sus vuelos con combustibles de origen sostenible.
El Grupo adquirirá un millón de toneladas de combustible de aviación sostenible al año, lo que le permitirá reducir las emisiones de carbono en dos millones de toneladas para 2030, lo equivalente a una extensión similar a 400.000 campos de fútbol.