Repsol ha alcanzado un beneficio neto de 969 millones de euros en el primer trimestre del año, un 12,9% menos frente al mismo periodo del ejercicio 2023. Así lo ha revelado la multienergética este jueves en los resultados trimestrales remitidos a la CNMV. Repsol defiende que el modelo integrado de la compañía ha demostrado su fortaleza y ha sido fundamental para lograr también un sólido resultado ajustado, que mide específicamente el desempeño de los negocios, de 1.267 millones de euros, con un 33% menos. A pesar de la caída del beneficio en el primer trimestre, la energética ha anunciado un aumento de las inversiones tanto a presente como al futuro más próximo. En total, Repsol ha invertido entre enero y marzo 2.129 millones de euros y, de cara al periodo 2024-2027, la compañía prevé invertir entre 16.000 y 19.000 millones de euros netos. 

Durante los primeros meses del año, Repsol ha dado pasos relevantes para profundizar en su evolución, con la presentación de su Actualización Estratégica 2024-2027 en febrero, que fija las prioridades y los objetivos para reforzar el crecimiento rentable de la compañía, consolidar su apuesta multienergética y alcanzar sus objetivos de descarbonización. Según consta en dicho plan, Repsol prevé invertir entre 16.000 y 19.000 millones de euros netos, con un 60% dedicado a sus proyectos en la Península Ibérica. Además, la compañía dedicará más de un 35% del total de sus inversiones en el periodo 2024-2027 a proyectos bajos en carbono, el porcentaje más alto entre las empresas comparables, dejando claro su esfuerzo transformador y de descarbonización

“Nuestro comienzo de año demuestra la solidez del proyecto de Repsol, que dará un nuevo paso adelante gracias a la Actualización Estratégica 2024-2027. Seguimos evolucionando nuestros negocios, con una oferta de multienergía única en España, avanzando con hechos tangibles en la descarbonización e invirtiendo de forma rentable para garantizar el futuro de la industria y el empleo”, ha celebrado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz. En este primer trimestre, la compañía ha arrancado la producción a gran escala de combustibles renovables en su nueva planta de Cartagena y asegura haber destinado más de la mitad de sus inversiones al negocio de generación baja en carbono en estos primeros meses del año. 

A finales de marzo, Repsol alcanzó una alianza estratégica con Bunge para incrementar el suministro de materias primas para producir combustibles renovables, una de sus apuestas en su estrategia para convertirse en una empresa multienergética. Además, Repsol ha acordado en el arranque del año adquirir el 40% del desarrollador de plantas de biogás Genia Bionergy. Por su parte, en Estados Unidos, ha cerrado la compra del promotor de energías renovables ConnectGen y ha completado la construcción de su mayor planta fotovoltaica hasta la fecha, Frye Solar.

Repsol mejora el dividendo para sus accionistas

En línea con su compromiso de aumentar el dividendo en efectivo para 2024, Repsol ha distribuido en este trimestre 0,40 euros brutos por acción. Además, el 26 de marzo comenzó un programa de recompra de un máximo de 35 millones de acciones con el objetivo de amortizar 40 millones.

Como parte de su evolución hacia una multienergética, la compañía suministra ya combustible 100% renovable en 150 estaciones de servicio en las principales ciudades y corredores de transporte de España y Portugal. Su objetivo es llevarlo a 600 ubicaciones a finales de este año y a 1.900 en 2027. En esta misma línea, el 10 de abril la compañía anunció la compra del 40% del desarrollador de plantas de biogás Genia Bionergy, para crear una plataforma de crecimiento de un gas renovable que puede llegar a representar aproximadamente la mitad del consumo de España, según la Asociación Española del Gas (Sedigas). El biometano es considerado estratégico por la Unión Europea, que se ha fijado como ambición multiplicar por ocho su producción en 2030 frente a la registrada en 2022.  

Estos hitos obedecen a la transformación de los negocios industriales de Repsol, que tiene previsto dedicar entre 2.000 y 3.000 millones de euros netos a proyectos bajos en carbono de este ámbito hasta el año 2027. Con ello, la compañía pretende contribuir de manera decisiva a la descarbonización del suministro de energía para la sociedad. En los primeros meses del ejercicio, la compañía ha continuado con el fortalecimiento de su negocio de generación renovable con distintos proyectos y acuerdos con diferentes socios industriales. De cara a los próximos años, Repsol invertirá entre 3.000 y 4.000 millones de euros netos para desarrollar orgánicamente su cartera global de proyectos renovables y alcanzar entre 9.000 MW y 10.000 MW de capacidad instalada en 2027. De esta cifra, el 30% estará en Estados Unidos. La compañía cuenta en la actualidad con aproximadamente 3.000 MW de capacidad instalada.

El desarrollo de una cartera de tecnologías de descarbonización diversificada permite trasladar a los clientes una oferta multienergía competitiva. De esta manera, Repsol ya suma más de 2,3 millones de clientes de electricidad y 8,3 millones de clientes digitales, la mayoría de ellos usuarios de su aplicación de pago Waylet, que pueden beneficiarse de una propuesta única en el mercado español. El negocio Cliente realizará inversiones superiores a los 2.000 millones de euros entre 2024-2027 para reforzar el liderazgo en los negocios principales y crecer en los de mayor futuro, como la comercialización de electricidad y gas, la movilidad eléctrica, la eficiencia energética y la generación distribuida.  

Repsol prevé duplicar su base de clientes de electricidad y gas, hasta los 4 millones en 2027, y reforzar su posición en el mercado de la comercialización de electricidad, donde ya es el cuarto operador, con una cuota del 6%, a través del desarrollo de su base de clientes de Repsol E&G España y Portugal, la incorporación de Gana y CHC y el desarrollo de un canal físico de comercialización, con el objetivo de acercarse más a sus clientes. Entre enero y marzo el entorno internacional estuvo marcado por las tensiones derivadas de los conflictos en el Mar Rojo y entre Israel y Palestina. Ambas situaciones tuvieron su reflejo en los precios del crudo Brent, que siguieron una tendencia alcista durante el trimestre hasta alcanzar una media de 83,2 dólares por barril, un 2,5% superior al periodo equivalente de 2023. Por el contrario, la cotización media del gas Henry Hub cayó un 32,4% respecto a la misma etapa de 2023, hasta 2,3 dólares por MBtu.

Descenso de la demanda de gas

Esta notable disminución responde a un descenso de la demanda por temperaturas más templadas en Estados Unidos, que contrastó con una producción alta y menores exportaciones desde este país. A pesar de este contexto, la compañía tuvo un comportamiento sólido, favorecido por su modelo integrado de negocio.

El área de Exploración y Producción de Repsol tuvo un resultado ajustado (442 millones de euros) ligeramente inferior al del mismo periodo del pasado ejercicio. El negocio logró una mejor gestión de sus cestas de productos, que se comportaron mejor que los de referencia internacional y alcanzó una producción total de 590 mil barriles equivalentes de petróleo diarios. Por su parte, el negocio Industrial vio cómo su resultado (731 millones de euros) disminuía respecto al trimestre equivalente de 2023, en el que el índice de margen refino alcanzó cotas inusualmente elevadas. La deuda neta al cierre del primer trimestre se situó en los 3.901 millones de euros, frente a los 2.096 millones del cierre de 2023. En este incremento tuvieron una influencia destacada las mayores inversiones y un incremento temporal del fondo de maniobra, explican desde la compañía. La liquidez alcanzó los 10.332 millones de euros, lo que supone 2,85 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.  

La Actualización Estratégica 2024-2027 de Repsol establece que destinará entre el 25% y el 35% del flujo de caja de las operaciones a retribuir a sus accionistas, incluyendo dividendos y recompra de acciones. La compañía podría llegar a distribuir hasta un máximo de 10.000 millones de euros entre su aproximadamente medio millón de accionistas, en gran parte pequeños ahorradores en España. La compañía ha anunciado para este ejercicio un incremento de, aproximadamente, un 30% del dividendo en efectivo, hasta 0,9 euros por acción. Esto supondría el reparto de cerca de 1.095 millones de euros. Para los siguientes tres años, el compromiso es incrementar un 3% anual esta cantidad total, hasta 1.197 millones de euros en 2027. Con ello, Repsol distribuirá 4.600 millones de euros en efectivo en el periodo 2024-2027.

Repsol comenzó en enero de 2024 a cumplir con este compromiso, con la distribución de un dividendo en efectivo de 0,40 euros brutos por acción el 11 de enero de 2024. Además, el 26 de marzo comenzó un programa de recompra de un máximo 35 millones de acciones. Por otro lado, el Consejo de Administración de la compañía ha propuesto para aprobación de la próxima Junta General, cuya celebración está prevista para el día 10 de mayo, una reducción de capital de 40 millones de acciones, que se espera sea ejecutada antes del fin de julio de 2024, a través de la amortización de acciones propias.