El grupo Inditex culmina su salida de Rusia, a causa de la guerra de Putin, vendiendo todo su negocio al grupo Daher, oriundo de Emiratos Árabes Unidos que cuenta con negocios en sectores inmobiliarios y de distribución. La operación, que aún se encuentra sujeta a autorización administrativa, confirma los rumores de las últimas semanas de que el gigante textil gallego vendería su negocio a un país del sudeste asiático. Así lo ha hecho saber el grupo Inditex a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

La venta de parte del negocio de la multinacional supone el cese de la actividad mercantil de Inditex que ya paralizó su actividad en el país el anterior 5 marzo a causa de la invasión de Ucrania. No obstante, el acuerdo alcanzado por el grupo de Marta Ortega pasa por mantener una gran parte de los puestos de trabajo.

El grupo Inditex no cierra del todo la posibilidad de volver a operar en Rusia. Asegurando que, “En el supuesto de que se dieran en el futuro unas nuevas circunstancias que, a juicio de Inditex, permitieran el retorno de las marcas del grupo a este mercado, Inditex y el grupo Daher contemplan en su acuerdo la posibilidad de una colaboración entre ambos a través de un contrato de franquicia”.

La multinacional textil estima que tras los últimos resultados correspondientes al primer semestre del 2022 -que ascendieron a los 216 millones de euros- el impacto del cese de su negocio en Rusia será mínimo.

Sin embargo, no hay que olvidar que el mercado ruso suponía un 8,5% del resultado neto de exportación de la compañía. Más concretamente el resultado antes de impuestos en dicho mercado alcanzó la cifra de 86 millones de euros en 2020, cifras que rondan el 5% de su volumen total de negocio, que supone unos 1.000 millones de euros.

Inditex, la última de una larga lista

La firma gallega de la familia Ortega culmina su salida de Rusia siguiendo la estela de multitud de multinacionales que ya hicieron lo propio desde el estallido del conflicto. De esta forma, Inditex continúa la estrategia del minorista polaco LPP que decidió transferir sus tiendas en Rusia a una empresa registrada en los Emiratos Árabes Unidos, a la par que sus establecimientos en el país de Putin reanudaban su actividad bajo nuevos nombres.

Con esta maniobra, la multinacional se desvincula de otros movimientos como los llevados a cabo por Ikea, Starbucks, McDonald’s, Burger King, Coca Cola, Apple, Microsoft, Airbnb, Nintendo o Spotify, que decidieron dar portazo a continuar con su negocio en Rusia.