Que la inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse es algo que todo el mundo tenía claro desde que servicios como ChatGPT o Deepseek pasaron a formar parte de nuestras vidas. De hecho, ya es habitual usar la IA en el trabajo y en los estudios, y también se ha consolidaddo en las relaciones entre las empresas (lo que, en la jerga del sector, se conoce copmo B2B o business-to-business.

La IA facilita el desarrollo de cualquier tipo de negocio

De hecho, un estudio de la consultora McKinsey ha descubierto que 8 de cada 10 empresas ya usan esta tecnología en al menos una de sus funciones o áreas de interés. En este sentido, estos datos ponen de relieve que el uso de la inteligencia artificial puede ayudar y, de hecho, facilita el desarrollo de cualquier tipo e negocio. Sin embargo, al mismo tiempo el uso de esta tecnología está generando nuestros retos, sobre todo en lo concierniente en la relación entre empresas y entre éstas y los clientes, pues la normativa desarrollada hasta la fecha no podía en la ecuación esta tecnología.

"La IA lo está cambiando todo a gran velocidad y no tenemos una hoja de ruta que permita implementarla con éxito. Estamos en un continuo modo de 'prueba-error', porque la propia tecnología avanza, incorpora nuevas capacidades y deja obsoleto incluso lo que ya estaba cambiando ella misma apenas unos meses antes", explica el executive director de Ingram Micro, Alberto Pascual, en declaraciones recogidas por Europa Press.

La inteligencia artificial destruirá 92 millones de empleos, pero creará más. (Foto: Pixabay)

¿Pero en qué puede ayudar la inteligencia artificial al entorno B2B?

Si en la vida cotidiana las personas recurren cada vez más a la inteligencia artificial —al menos para formularle las preguntas que antes dirigían a un metabuscador—, en el ámbito B2B su impacto está transformando las organizaciones desde múltiples perspectivas. “La inteligencia artificial es muy buena detectando oportunidades de negocio para las empresas, ya que sus capacidades para analizar grandes volúmenes de datos, contextualizarlos y extraer conclusiones nos permite desarrollar y enfocar nuevos productos y servicios”, destaca Pascual.

Asimismo, la IA impulsa la automatización de determinadas tareas dentro de las compañías, lo que facilita el trabajo diario de los empleados y les permite concentrar sus habilidades en funciones de mayor valor añadido. “La automatización, bien entendida, permite desbloquear tiempo de trabajo que hasta ahora teníamos cautivo en tareas necesarias, pero tediosas, repetitivas y de escaso impacto real en el avance del negocio”, sugiere el directivo, que recuerda que hay que ver a la IA más allá de una herramienta para automatización de procesos y del análisis predictivo sino que además puede ayudar a los negocios para impulsar la automatización de productos y servicios.

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"La IA puede ayudar debido a su capacidad para entender estas necesidades [de los clientes} y, sobre todo, aportar el conocimiento, la información y la capacidad para ver más allá de nuestro entorno inmediato de actuación", apostilla el experto, que en todo caso advierte que el mercado está avanzando muy deprisa y que es muy fácil quedarse atrás, por lo que recomienda a las compañías que se alíen con expertos que puedan entender lo que necesitan de la IA. "La integración de la inteligencia artificial en el B2B exige colaboración, tecnología y estrategia, y eso casi ninguna empresa lo puede hacer en solitario, porque desconoce, necesariamente, la magnitud y complejidad del ecosistema digital, que es tremendamente diverso y cambiante", asegura.

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