El Partido Popular presentó ayer miércoles en el Senado una proposición de ley para eliminar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones por considerar que supone una "doble imposición" al gravar rentas y bienes ya sometidos a tributación. "Es un impuesto injusto que recae esencialmente sobre las clases medias y genera agravios entre los españoles", exclamó Ignacio Cosidó, pese a los datos de que confirman que son precisamente los más ricos quienes más tributan por las herencias. 

Los populares plantean usar su mayoría absoluta en el Senado para derogar la ley de 1987 que creó este tributo, que, según afirman sin pruebas, penaliza el ahorro e incentiva la deslocalización de patrimonios, y establece una única compensación para las comunidades autónomas, equivalente a la última recaudación que ingresaran por el impuesto. Sin embargo, el Senado no tiene la capacidad legislativa de derogar dicha ley y, como mucho, puede enviar su iniciativa al Congreso de los Diputados, donde tendría que ser sometida de nuevo a votación con mayorías diferentes y donde, además, podría ser vetada por el Gobierno, dado que afecta directamente a la capacidad reacaudatoria del Estado y sería una enmienda por la puerta de atrás a las cuentas públicas. 

El PP afirma, pese a las pruebas en contra, que este impuesto recae principalmente sobre las clases medias que no pueden configurar sus patrimonios para evadir este tributo o acceder a determinadas ventajas fiscales que eliminarían sus efectos. No es la primera vez que Cosidó pretende usar la mayoría absoluta popular en el Senado, donde el PSOE le acusa de querer desviar la atención de su relación con los escándalos de Villarejo y la "policía patriótica" creada por el PP.