Frente a los brotes verdes que ve el Gobierno, bronca de Bruselas con advertencia incluida: la dramática tasa de paro y la lentitud en las reformas, coloca a la economía española en una situación crítica que amenaza la estabilidad y el euro. La Comisión Europea ha apercibido oficialmente a los gobierno de España y Eslovenia por sus graves desequilibrios y les ha dado de plazo hasta finales de este mismo mes para presenta un nuevo plan de medidas y reformas. El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, ha confirmado ya que el Gobierno de Rajoy presentará el próximo día 26 de abril otro paquete de 'reformas' "ambiciosas que afectarán al mercado laboral, al sistema financiero, al sistema fiscal (impuestos) y al mercado de productos.

Ponerse en lo peor
Cada vez que el Gobierno habla de reformas, los españoles sabemos que lo que se nos viene encima son recortes. El Gobierno del PP ha aprobado la reforma laboral más dura de toda la Democracia, con un recorte brutal de los derechos de las trabajadores y dando a las empresas todas las facultades para despedir con una indemnización máxima de 20 días por año trabajado y un tope de 12 mensualidades, es decir el equivalente al sueldo de un año con 20 días al mes. La Unión Europea considera que el mercado laboral sigue siendo demasiado rígido, que las empresas españolas optan por el camino más fácil: el despido, y que el gobierno no está tomando medidas para afrontar el problema más grave: los seis millones de parados. Para un partido ultraliberal como el PP 'retocar' la reforma laboral no puede ser otra cosa que menos derechos para los trabajadores.

Sin concretar
Jiménez Latorre no ha querido concretar ninguna de las reformas en las que trabaja La Moncloa y, preguntado si se subirá otra vez el IVA, se limitó a responder que el Gobierno estudia mejorar la estructura fiscal para crear crecimiento y empleo. Pero el secretario de Estado insiste en ver brotes verdes a pesar de que, según Bruselas, España presenta indicadores de riesgo que solo tienen países rescatados como Portugal o Chipre. En este sentido afirmó que "lo peor se ha dejado atrás" porque los datos del primer trimestre de este año son "menos malos" que los del último de 2012. Cabe recordar que según el ministro de Economía en el primer trimestre de esta año la economía cayó un 1% (PIB -1%), dato que triplica negativamente las previsiones oficiales del Gobierno.