Lagarde ha dicho que el efecto dañino a corto plazo de la austeridad es mayor de lo que se creía, y ha pedido que se dé más tiempo a países con problemas como España, Portugal o Italia para reducir su déficit. Hoy, Rubalcaba ha recordado en su cuenta de Twitter que ya planteó esa idea hace un año, en la campaña electoral para las elecciones generales del 20 de noviembre y "me dijeron de todo".

Las palabras de Lagarde llegan un día después de que precisamente el FMI previera que España incumplirá el déficit previsto para este año, del 6,3%, y que cierre con un 7%. Y lo mismo para el 2013, cuando el pacto entre el Gobierno y Bruselas fijara un déficit del 4,5% que la previsión del organismo internacional ha elevado al 5,7%.

Una válvula de escape para Rajoy
La comprensión del FMI con los desfases del déficit en el caso de España es una válvula de escape para Mariano Rajoy, aunque el presidente del Gobierno no lo merece, porque es uno de los máximos defensores de la política de austeridad y los recortes, que ha puesto en marcha en nuestro país con las consecuencias que ya conocemos.

¿Por qué los recortes del gasto público dañan el crecimiento?
Lagarde presentó el informe del FMI Perspectivas de la Economía Mundial en una rueda de prensa en Tokio en la asamblea del organismo internacional. A base de números, el documento da las claves para entender por qué la austeridad y los recortes dañan el crecimiento. ¿Cuánto influye el gasto público en la demanda agregada (esto es, el consumo y la inversión?).

Es muy fácil entender: hasta ahora se estimaba que un recorte de 1.000 euros en gasto público significaba que los consumidores (familias y empresas) gastaran e invirtieran entre 400 y 1.200 euros menos, porque con el recorte del gasto público hay personas que dejan de recibir ese dinero y por tanto, ni compran ni invierten. A su vez, esto afecta a quienes les venden productos. Es una cadena.

Un descenso de entre 19.000 y 30.000 millones de la actividad económica
El estudio elaborado por el FMI con datos de 28 países ha mostrado que el multiplicador fiscal a corto plazo, o lo que es lo mismo, el efecto sobre la economía de los ajustes no es de 0,5 veces, como se calculaba hasta ahora, sino de 0,9 a 1,7 veces. Por lo que un plan de ajuste de un punto del Producto Interior Bruto (PIB) provoca una caída de la economía del 0,9% al 1,7%. Para verlo de manera práctica, en el ejemplo que nos concierne, España. Un recorte del gasto de 7.450 millones de euros previsto en los Presupuestos de 2012 podría provocar un descenso de entre 19.000 y más de 30.000 millones de la actividad económica del país.

Los recortes empeoran las cosas
El FMI reconoce ahora que “cuando el crecimiento es peor de lo esperado, los países no deben adoptar medidas fiscales (ajustes) adicionales que podrían empeorar las cosas”. En el caso de España, ya el organismo internacional anunció sus previsiones: el 1,3% de retroceso del PIB en 2013. Aunque en un escenario aun más adverso, la caída podría llegar al 3,2% y la prima de riesgo podría subir a los 750 puntos, frente a los 431 puntos que marcó este miércoles.