El beneficio neto del Banco Central Europeo (BCE)  se situó en 1.275 millones de euros en 2017, tras incrementarse en 82 millones de euros o un 6,9 % respecto a 2016, debido principalmente al aumento de ingresos netos por intereses en la cartera en dólares estadounidenses y en la del programa de compras de activos.

El BCE informó de que los ingresos netos por intereses aumentaron hasta un total de 1.812 millones de euros en 2017, un 9,9% más que el ejercicio anterior. Los ingresos netos por intereses procedentes de los activos de reserva en moneda extranjera ascendieron a 534 millones de euros (370 millones en 2016), un 44,3% más, por el aumento de los ingresos por intereses obtenidos en la cartera en dólares estadounidenses.

Los ingresos netos por intereses derivados del programa de compra de activos aumentaron en 140 millones de euros, o un 32,2%, hasta situarse en 575 millones de euros, como resultado de las compras continuadas de valores en el marco de este programa.

El sueldo de Draghi y su número dos
El sueldo del presidente del BCE, Mario Draghi aumentó un 1,8% el pasado año, hasta los 396.900 euros, lo que significa una mejora mayor a la subida del 1% de 2016 y que supera en cuatro décimas la tasa de inflación del 1,4% registrada en diciembre para el conjunto a la eurozona.

Desde la llegada a la presidencia del BCE en 2011, su salario se ha incrementado en un 6,9%. En relación a lo que cobraba el presidente del BCE antes del estallido de la crisis financiera, el salario se ha incrementado en un 14,9%.

Por su parte, el vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, recibió en 2017 un salario básico de 340.200 euros, frente a los 334.080 euros de 2016, lo que representa una subida del 1,8%, en la línea con la aplicada al resto de miembros del Comité Ejecutivo del BCE.