El Banco de España considera que las autoridades estadísticas deberían mostrar de modo "transparente" los métodos de elaboración de las estadísticas oficiales y contrarrestar el potencial efecto de los bulos o fake news sobre la medición de variables económicas, diseñando una política de comunicación que permita "desmontar los bulos antes de que arraiguen".

Así lo señala el organismo supervisor en un artículo analítico sobre las implicaciones de las nuevas fuentes de datos para el análisis económico y la estadística oficial, en el que destaca que estas fuentes de "mayor granularidad" que las tradicionales y de acceso generalizado abren "nuevas vías y nuevas oportunidades" a la estadística oficial y el análisis económico. El organismo valora que en el ámbito concreto del análisis económico las nuevas fuentes de datos presentan un "potencial significativo", ya que permiten un mejor conocimiento y un seguimiento "más ágil" de la realidad económica, recoger información sobre variables difíciles de medir y una mejor evaluación de la política económica, con más posibilidades de simular medidas alternativas gracias a microdatos.

Entre los nuevos tipos de información destaca las tendencias de búsqueda de Google (Google Trends), las bases de datos online de medios de comunicación, las redes sociales como Facebook y Twitter o los portales de búsqueda en la Red, junto a los datos de teléfonos móviles o de satélites.

Retos derivados de los nuevos datos

Desde el punto de vista de un banco central, el uso y la incorporación de estos datos a sus tareas tradicionales plantea "retos significativos", derivados de su gestión, almacenamiento, seguridad y confidencialidad, al tiempo que advierte de que existen "problemas" con su representatividad estadística. Además, apunta que, dado que estos datos están a disposición de muchos agentes, y no exclusivamente de las instituciones estadísticas oficiales, existe el riesgo de que se generen distintas medidas sobre el mismo fenómeno con estándares de calidad heterogéneos, lo que puede crear "confusión" en la opinión pública.

A su juicio, algunas de estas fuentes, con formato no estructurado, como las textuales, requieren el uso de nuevas técnicas de procesamiento para que puedan incorporarse en el análisis económico con un formato adecuado (cuantitativo).

De esta forma, subraya que la disponibilidad de "cantidades enormes" de nueva información requiere una gestión ordenada de datos, con una infraestructura "flexible", el desarrollo de sistemas de seguridad adecuado, un sistema que minimice los costes de almacenaje y una gestión "óptima" de los datos no estructurados con la integración de nuevos perfiles profesionales en los bancos centrales (científicios de datos).

Más calidad para evitar bulos

Ante la "abundante" información, con la que cualquier usuario puede ser capaz de generar su propia medición de algún fenómeno económico y de difundirla, y que "puede venir de fuentes tan poco fiables como las redes sociales", el Banco de España ve necesario reforzar el marco de calidad y de transparencia de las estadísticas oficiales.

En este sentido, defiende que la estadística oficial responde a una metodología consolidada y comparable internacionalmente, que es la base para poder evaluar de un modo objetivo tanto la situación económica como la respuesta adecuada de la política económica.

El organismo supervisor considera que las autoridades estadísticas deberían mostrar de modo transparente los métodos de elaboración de las estadísticas oficiales y contrarrestar el potencial efecto de las 'fake news' sobre la medición de variables económicas, diseñando una política de comunicación que permita "desmontar los bulos antes de que arraiguen".