La actividad política ha estado paralizada en las últimas semanas, más allá de la gestión y debate centrado la DANA que ha arrasado decenas de municipios, dejando más de 200 víctimas y miles de vidas destrozadas, y sus posibles abordajes (ayudas, medidas, despliegues, etc.). Medio mes después, las administraciones recuperan progresivamente su agenda habitual. Este es el caso del Ministerio de Trabajo y Economía Social, que reabrirá la negociación de la reducción de jornada, sin merma salarial, “con carácter inmediato”, después de haberse suspendido el encuentro agendado el pasado lunes.

La ministra del ramo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha anunciado que esta mesa de negociación se convocará de nuevo a no mucho tardar y “ahora sí, el debate de la jornada laboral coge velocidad de crucero”. “Sin lugar a duda, se va a reducir la jornada laboral en nuestro país" ha asegurado la máxima responsable de la parte minoritaria del Gobierno. Sin embargo, después de haberse levantado la patronal de la mesa y sin mayoría parlamentaria para sacar adelante la medida, la aprobación se antoja complicada.

La agrupación Sumar lo prometió en las elecciones, 38,5 horas en 2025 y 37,5 horas en 2025, y el acuerdo de investidura firmado con el PSOE así lo reflejaba. Sin embargo, los tiempos parecen anticipar que el compromiso no cumplirá con las fechas y, quizá, no encuentre siquiera mayoría para ver la luz en esta legislatura. "Es la medida que más esperan los españoles y es verdad que tenemos una media de horas en nuestro país de 38,2 horas pero no queremos que haya trabajadores de segunda en España”, defiende Díaz.

Si bien es cierto que la jornada media pactada por convenio ya se ubica por debajo de las 38,5 horas y media, la realidad es que ese cálculo se realiza con jornadas muy por debajo y otras muchas por encima, existiendo una gran suma de sectores que no disfrutan en la práctica de esa media. A más, en determinados sectores y en empresas más pequeñas, la certificación de una jornada de menos de 40 horas por convenio no se traduce directamente en las jornadas de los trabajadores, lo que podría certificar la Inspección de Trabajo con más medios.

Ya tenemos tres millones de trabajadores públicos que tienen una jornada de 37 horas y media pero también queremos que las mujeres que trabajan en el comercio tengan derecho a reducir la jornada, que las personas que trabajan en la agricultura, en la hostelería o quienes trabajan en los medios de comunicación tengan derecho a una jornada reducida", defiende Díaz. La reducción de media hora diaria se traduciría en "vivir un poco mejor", apunta, y vendría acompañada del refuerzo al derecho a la desconexión digital y del control horario.

Negociación complicada

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y Cepyme ya anunciaron semanas atrás que se descolgaban de un acuerdo para reducir la jornada laboral, mientras que lo sindicatos, representados por CCOO y UGT, instan al Gobierno a acometer la rebaja sin el apoyo patronal. Sin embargo, la ecuación parlamentaria es más compleja y los empresarios, de la mano de su representación en Cataluña (Foment del Treball) se apoyan en la necesidad de los votos de Junts, formación de derechas ubicada en sus intereses y que no dará luz verde.

No obstante, la vicepresidenta no entrega la cuchara y asegura que negociará hasta donde sea necesario. Simultáneamente, este debate y otras mejoras laborales se libra en el seno de la Unión Europea (UE), que agrupa a países muy avanzados y a otros muy retrasados en esta materia. "Uno de los debates principales es la norma acerca de la desconexión en Europa. España va a tener una posición fuerte aquí", ha trasladado la titular de la cartera de Trabajo.