Los enfrentamientos entre Estados Unidos y los rebeldes hutíes de Yemen en el Mar Rojo están propiciando consecuencias económicas. El ataque por parte de los yemeníes, posicionados con el pueblo palestino, a buques de carga que consideran afines a Israel ha obligado a las empresas de distribución a modificar sus rutas comerciales, lo que ha propiciado un aumento en los costes. La principal ruta afectada es el canal de Suez, por el que transita el 30% del tráfico global de contenedores, pero el Banco de España ha publicado este lunes un informe que seña que su afectación a los precios aún tiene un “efecto limitado”.

El incremento de los costes de transporte es evidente; sin embargo, los cuellos de botella, que impiden que la oferta mundial de determinados bienes y servicios respondan adecuadamente a la demanda, afectando a su vez a las tasas de inflación, no alcanzan niveles preocupantes. Los enfrentamientos han obligado a reconducir el transporte y el tráfico del Mar Rojo se ha reducido un 40% desde que empezaron los ataques, ampliando los tiempos de navegación y el coste del transporte. La situación no es nueva para Europa, que ya sufrió las consecuencias de los cuellos de botella pandémicos o de los propiciados por la guerra de Ucrania.

Las cadenas globales de suministro y producción capean por el momento la escasez de suministros con los excedentes, pero los retrasos en las entregas continúan avanzando. Este desajuste de la oferta y la demanda tuvo lugar durante la pandemia de la Covid-19 y se estima que disparó la inflación subyacente de la zona euro en un 1,2%, mientras el Producto Interior Bruto se veía mermado en 1,9 puntos. “La crisis actual tiene, de momento, un impacto limitado sobre el índice principal de cuellos de botella”, concluye Francesca Viani en el blog del Banco de España.

Los índices del organismo llaman a la calma, pero registran un incremento de los cuellos de botella que afecta en mayor medida a la eurozona que a competidores como China o Estados Unidos. No obstante, los niveles se mantienen por debajo de los máximos registrados durante la crisis sanitaria. “La actual debilidad de la demanda global y la ausencia de congestión en la industria logística y en las cadenas globales de suministro antes del episodio actual habrían contribuido a esta contención de los cuellos de botella”, explica el organismo.

“Las estimaciones disponibles apuntan a que el impacto de las tensiones del mar Rojo sobre la inflación sería, por ahora, muy reducido”, añade el Banco de España. No obstante, la prudencia debe imperar en esta situación debido a la creciente incertidumbre sobre la evolución del conflicto, que podría ir a peor y dejar en nada las conclusiones presentadas este lunes. “Hay que vigilar de cerca la situación”, concluye la entrada, poniendo en valor el uso de estos índices para realizar un seguimiento verídico.

La tensión continúa en el Mar Rojo

La tensión, lejos de reducirse, continúa elevándose en el Mar Rojo. Durante este fin de semana, se han sucedido varios ataques a buques cargueros. La propia Marina británica aseguraba el domingo haber conseguido evitar un ataque de los hutíes a uno de sus destructores. “No se tiene constancia de víctimas ni daños entre la tripulación o en el barco”, trasladaba el Ministerio de Defensa Británico.

Una suerte diferente corrió el carguero ‘Marlin Luanda’, que el sábado continuaba ardiendo en el golfo de Adén más de 12 horas después de haber sufrido el ataque aéreo de los rebeldes. El barco, según han denunciado los rebeldes a la cadena Al Mayadin, se dirigía a Israel cargado con "combustible especial" para los aviones de combate y llegaron a acusar a los destructores estadounidense y británico que acompañaban al barco de dejar al 'Marlin Luanda' a su suerte. Las autoridades británicas desmienten la tesis y aseguran que el buque se dirigía a Grecia.

La firma de seguridad británica Ambrey informó en un comunicado que un misil había impactado en este buque que transitaba por el golfo de Adén, provocando un incendio, si bien la tripulación se encuentra a salvo. Según el el último comunicado de la operadora del barco, Trafigura, "no hay constancia de víctimas mortales ni fallecidos" pero "la tripulación está prosiguiendo con sus esfuerzos para controlar el incendio desatado en uno de los tanques de gasolina del barco con respaldo de buques de guerra".