El coste laboral por hora trabajada creció un 1,5% en el segundo trimestre, en comparación con los primeros tres meses del año, y un 5,6% atendiendo al mismo periodo de 2022. Los datos, presentados desestacionalizados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para evitar las alteraciones producidas por los pagos extraordinarios del periodo estudiado, continúan con la tendencia positiva, encadenando ya ocho trimestres de incrementos. Obviando los ajustes del calendario, la tasa trimestral se sitúa en el 9% y la interanual en el 6,5%.

Desgranando los componentes del coste laboral, la parte salarial presenta una variación trimestral del 1,2% y los otros costes del 2,5%. El coste laboral excluyendo pagos extraordinarios y atrasos progresa un 1,8%. Estos datos, en cifras desestacionalizadas, engrosan su valor en la serie original y sitúan el avance del coste salarial en el 10,8%, el de otros costes en el 4,1% y el de coste laboral excluyendo pagos extraordinarios y atrasos en el 5,9%. En comparativa anual, el coste salarial registra una variación anual del 4,8% en datos corregidos y los otros costes aumentan un 7,9%.

La publicación del Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) presentada este viernes por el INE incluye también los datos provisionales del ICLA del primer trimestre de 2023, que se sitúa en 98,8 puntos. La variación trimestral de la serie original para ese trimestre se sitúa en el -9,6%, y la del índice corregido es del 1,7%. Por su parte, la tasa anual de la serie original es del 4,4% y la del índice corregido de efectos de calendario y estacionalidad, del 4,3%.

Las industrias extractivas, las que más aumentan

Diferenciando por sectores, la actividad económica que ha experimentado un mayor aumento en el coste laboral por hora trabajada es Industrias extractivas, que crece un 11,3%. A esta le siguen Actividades profesionales, científicas y técnicas y Transporte y almacenamiento, con un incremento del 8,6% y el 8,1%, respectivamente. Si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, las actividades con las tasas anuales más elevadas son las mismas, pero sus porcentajes varía al 11,7% de Industrias extractivas (11,7%), el 8,2% de Actividades profesionales, científicas y técnicas y el 7,1% de Transporte y almacenamiento.

Con una progresión negativa aparece únicamente Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, que registra un descenso del 4,9%. Por la parte baja, aunque con ascensos, se sitúan las Actividades inmobiliarias (1,3%) y Suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación (1,5%). En términos desestacionalizados, Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado cae un 5,2%, y Suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación y Actividades inmobiliarias marcan un 0,8% y un 1,1%, respectivamente.

La producción de la Industria se desploma

Este viernes, el INE ha publicado también los Índices de Producción Industrial (IPI), de los que se desprende una caída de la producción del 1,8% en julio, valor tres décimas inferior al de junio y su mayor retroceso desde abril, cuando se desplomó un 4,2% La tasa, si se eliminan los efectos estacionales, marca una cifra positiva del 0,2%. Con esta caída, la producción industrial encadena dos meses de tasas interanuales negativas después del retroceso del 1,5% registrado en junio.

La producción de la industria energética fue la que más bajó en el séptimo mes del año, con un descenso interanual del 10,9%, seguido de los bienes de consumo duradero (-7,4%) y de los bienes intermedios (-2,3%). En cambio, en julio aumentó la producción de los bienes de equipo (6% interanual) y de los bienes de consumo no duradero (+0,7%). Por ramas de actividad, las que más recortaron su producción en tasa interanual fueron la confección de prendas de vestir (-36,9%); la industria del cuero y del calzado (-14%) y el suministro de energía eléctrica y gas (-12,7%).

Teniendo en cuento los índices corregidos de efectos estacionales y de calendario, Bienes de equipo (5,9%) y Bienes de consumo no duradero (1,1%) presentan tasas anuales positivas. Por el contrario, Energía (-10,8%), Bienes de consumo duradero (-7,3%) y Bienes intermedios (−2,6%) registran tasas anuales negativas.

Por territorios, la tasa anual de la producción industrial aumenta respecto a julio de 2022 en ocho comunidades autónomas y disminuye en las otras nueve. Los mayores incrementos se dan en Aragón (5,5%), Castilla y León (4,7%) y Castilla - La Mancha (3,6%). Y los mayores descensos en Región de Murcia (-13,3%), Cantabria (-11,4%) y Andalucía (-8,1%).