Los hombres de negro de Bruselas ya no vigilan nuestras cuentas. Hoy Eurostat ha dado las cifras de déficit público para España, que mejoran las previsiones iniciales de Hacienda. Así, el déficit es del 2,48% del PIB, la cifra más baja desde 2007, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) registraba superávit en las cuentas públicas. Y sensiblemente inferior al 2,63% previsto por el Ministerio de Hacienda.

Así que la frase del líder del Partido Popular, Pablo Casado en el debate de anoche: "Como siempre, con la izquierda, el déficit disparado", ha resultado ser rotundamente falsa. No sólo eso, sino que dirante el Gobierno de Pedro Sánchez también han mejorado las cifras de la deuda pública (el dinero que el Estado pide prestado), al situarla en el 97,09% del PIB en 2018, frente al 98,12% de 2017, la mayor reducción desde 2014.

Tan fiables parecen a los inversores las cuentas de España que las sucesivas emisiones de deuda del Tesoro Público ofrecen tipos de interés tan bajos que, en la práctica, son negativos. Esto es: que se paga por prestar dinero a España porque la inflación es superior a la rentabilidad que se ofrece. Y sin embargo se agotan.