España ha cumplido con lo que el Gobierno de Pedro Sánchez había previsto para el déficit, que era de un 2,7%, e incluso lo han dejado por debajo. Las administraciones públicas cerraron 2018, según vozpópuli, con un saldo negativo de 31.805 millones de euros, lo que equivaldría al 2,63% del PIB, cinco décimas por debajo del año anterior, 2017, que se cerró con un 3,1% del PIB.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ya adelantaba que estos resultados eran reales, y que se han conseguido gracias a la evolución de los ingresos y la buena marcha de la economía en los últimos meses de 2018, y el menor coste de la deuda.

Según los datos publicados hoy viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se ha revisado a la baja el crecimiento interanual del PIB del cuarto trimestre, que se situó en el 2,3%, dos décimas menos que en el trimestre anterior y una décima por debajo del dato avanzado a finales de enero.

Por otro lado, el ejecutivo de Sánchez se ha quedado por debajo de su objetivo de déficit después de que Nadia Calviño, ministra de Economía, rebajara el objetivo al 2,7%. En principio, durante los primeros meses de 2018 con el Gobierno de Rajoy, el objetivo pactado por la Comisión Europea era del 2,2%.

De igual manera, estos datos afirman que España sale por primera vez del procedimiento de déficit excesivo de Bruselas, lo que ha supuesto hasta ahora una mayor vigilancia y control de la Comisión. Esto solo se aplica a los países que tienen un desfase mayor al 3% (en 2017 España estaba en el 3,1%).

Siguiendo con estas cifras, Francia destronaría a España como el país con más déficit dentro de la Unión Europea este año, tras recortar distancias con el país vecino el pasado año.

Para este año 2019, el objetivo del déficit público sería bajar hasta el 1,3% del PIB, pero los expertos no lo ven viable, poniendo la línea en el 2%. El Banco de España considera que España acabará 2019 con un 2,5% del PIB.

De esta manera, el Gobierno que salga elegido tras las elecciones generales del próximo 28 de abril tendrá que ajustarse con un presupuesto de unos 13.000 millones de euros. El mismo Gobierno de Sánchez ha reconocido que el déficit podría quedarse en el 2,3% o 2,4% del PIB, pero lo atribuye al rechazo de los Presupuestos de 2019. Por otra parte, el Senado no ha permitido el intento de suavizarlo al 1,8%.