La Comisión Europea apuesta por mantener las reglas que limitan el déficit y la deuda públicos de los Estados miembros suspendidas hasta finales de 2023 y prevé que vuelvan a reactivarse en 2024, manteniendo activada la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Desde Bruselas explican la prórroga de la medida por el impacto de la invasión rusa de Ucrania tras ser activada en marzo de 2020 por la irrupción de la pandemia a nivel mundial.

"La prórroga de la cláusula general de escape hasta 2023 reconoce la alta incertidumbre y grandes riesgos en una situación en la que el estado de la economía europea no se ha normalizado", ha apuntado el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en rueda de prensa tras la reunión comunitaria. 

Bruselas propone que la cláusula general de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento continúe vigente a lo largo de 2023, frente a la desactivación prevista para finales de este año. Es decir, los Estados miembros continuarían con los límites de deuda y déficit público congelados. El organismo comunitario justifica la prórroga por la "incertidumbre" tras la guerra de Ucrania, así como por los "riesgos" derivados en las perspectivas económicas, especialmente en el caso de los precios energéticos y las roturas en las cadenas de suministro.

"Proveerá espacio para que la política nacional fiscal pueda reaccionar rápido", ha indicado el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, que ha indicado también una diferencia de recomendaciones fiscales entre los países con alta deuda y con niveles deuda media o baja. El comisario de Economía ha destacado que la Unión Europea aún está lejos de la normalidad económica, por lo que ha defendido la implantación de medidas para frenar el impacto de la crisis energética. 

Gentiloni apuesta así por una política fiscal "prudente" para 2023, con el objetivo de impulsar altos niveles de inversión controlando el gasto. Asimismo, pretende movilizar tanto el sector público como el sector privado, no solo para las transiciones verde y digital, sino también para mejorar la autonomía estratégica y defensa a nivel comunitario. 

Lagarde prevé la primera subida de tipos en julio

Por otro lado, este mismo lunes la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha dejado entrever que la primera subida de tipos de interés se producirá en el mes de julio, en concreto en la reunión del Consejo de Gobierno prevista para dentro de dos meses. 

"Espero que las compras netas bajo (el programa) APP terminen muy temprano en el tercer trimestre. Esto nos permitiría una subida de la tasa en nuestra reunión de julio, en línea con nuestra orientación a futuro", ha señalado la máxima responsable del BCE en un artículo publicado en el blog. Asimismo, ha avanzado que, sobre las perspectivas actuales, es probable que la entidad esté en condiciones "de salir de las tasas de interés negativas para finales del tercer trimestre".

Según explica en su artículo, el desplazamiento notablemente al alza de las perspectivas de inflación hace apropiado que las variables nominales se ajusten, incluyendo las tasas de interés. "Esto no constituiría un endurecimiento de la política monetaria; más bien, dejar las tasas de política sin cambios en este entorno constituiría una relajación de la política, que actualmente no está justificada", defiende Lagarde. 

La presidenta del BCE considera que la próxima etapa de normalización de la política monetaria del BCE debería estar guiada por la evolución de las perspectivas de inflación a mediano plazo. "Si vemos que la inflación se estabiliza en un 2% a mediano plazo, será apropiada una mayor normalización progresiva de las tasas de interés hacia la tasa neutral", advierte Lagarde.