El Banco Central Europeo (BCE) ha defendido su decisión de exigir a los bancos europeos a suspender el reparto de dividendos a sus accionistas, así como las recompras de acciones en el mes de marzo. El BCE reconoce que habría sido imprudente no hacerlo ante la incertidumbre del coronavirus y asegura que esta restricción terminará cuando la recuperación sea sólida. 

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Así lo ha explicado el presidente del Consejo de Supervisión del BCE, Andrea Enria: "Esta medida es de naturaleza excepcional y temporal, y la derogaremos tan pronto como se disipe la incertidumbre económica y la recuperación sea sólida". 

Enria ha avanzado que el organismo ofrecerá mayor claridad el próximo mes de julio, siguiendo la recomendación de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS). La institución ha emitido una recomendación para que las autoridades comuniquen a las entidades financieras que no repartan dividendos y no lleven a cabo recompras de acciones propias al menos hasta el 1 de enero de 2021. 

La recomendación de suspender el dividendo y las recompras de acciones tiene como objetivo, según el BCE, preservar el capital de las entidades financieras en medio de la pandemia del coronavirus. 

"Soy consciente de que esta ha sido una decisión controvertida y reconozco que puede haber jugado un papel en la disminución de las valoraciones del mercado de los bancos europeos, ya deprimidas en los últimos meses. Aún así, restringir los dividendos y las recompras fue la decisión correcta para mantener dentro del sistema la mayor capacidad de absorción de pérdidas posible", ha afirmado Enria. 

La recomendación se mantiene hasta el próximo mes de octubre para tratar de aumentar la capacidad de las empresas de absorber pérdidas y apoyar los préstamos a hogares y empresas. Enria incluso advirtió en abril que el Banco Central Europeo llevaría a cabo las medidas legales a su disposición para obligar a los bancos a no pagar dividendos.