El nuevo Ejecutivo contará con 22 ministerios y entre 27 y 30 secretarias de Estado, una amplia bancada cuyo mantenimiento repercutirá en las arcas públicas del Estado. De hecho, en esta nueva legislatura el presupuesto ministerial será de 77.451 millones de euros, un 37% más que el presupuesto con el que contaba el anterior Gobierno. Gastos, gastos y más gastos a los que se suman los sueldos de los miembros que componen este Ejecutivo multicolor.

El presidente mantendrá su salario, que asciende a 82.978 euros anuales. En esta ocasión son cuatro las vicepresidencias que Sánchez incorpora a su ‘dream team’: Carmen Calvo, que repite al frente de Presidencia; Pablo Iglesias, encargado de Asuntos Sociales; Nadia Calviño, al frente de Economía y Transformación Digital; y Teresa Ribera que continúa en Transición Ecológica. Este cuarteto sumará más de 312.000 euros en salarios (79.900 cada uno). A esto hay que sumar también los salarios de los otros 18 ministros del Ejecutivo (73.200 cada uno), que añaden un montante económico a la suma de 1,3 millones de euros. En total, el gasto en los salarios del Consejo de Ministros ascenderá hasta, aproximadamente,1,69 millones de euros anuales.

A esta cifra habría que sumar lo que el Gobierno gastará en secretarios y subsecretarios de Estado. La previsión es que al menos, para los números

En cuanto a las secretarias de Estado, se estima que serán en torno a 30 en total,  aunque está pendientes de confirmar los organigramas internos de los nuevos ministerios , por lo que habrá que sumar al gasto de altos cargos el derivado del número total de secretarios de Estado, subsecretarios y directores generales, entre otros.

¿Qué piensan en Europa?

Este aumento del gasto público en el seno de la administración estatal ha sido recibido por Bruselas con cierto temor, sobre todo, después de que Sánchez anunciara que elevará el sueldo de los funcionarios un 2%, modificará parcialmente la reforma laboral de 2012, subirá el salario mínimo interprofesional, revalorizará las pensiones conforme al IPC y de un ingreso aprobará un sueldo mínimo vital, por ejemplo.

En este contexto, las alarmas en el seno de Europa se han desatado en torno al gasto público previsto. ¿Por qué? Si España eleva el gasto público, como tiene previsto, la única alternativa será la de elevar los impuestos para intentar equilibrar sus gastos y sus ingresos. Sin embargo, esto no asegura que el país pueda cumplir con la senda del déficit previsto.

El déficit, el hándicap de Sanchez

El nuevo Ejecutivo lo tendrá difícil para cumplir los objetivos de Bruselas. De hecho, el nuevo Gobierno se dirigirá la Comisión Europea en las próximas semanas para solicitar una rebaja fiscal en lo que se refiere al programa de gasto social.

Sí, el Gobierno prevé que no podrá cumplir con la senda del déficit marcada por Bruselas y que establecía un objetivo del 1,7% del PIB a políticas constantes, una cifra renegociada por Sánchez el pasado mes de octubre, ya que la original, fijada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, establecía un objetivo del 0,5 por ciento de PIB, algo inasumible.

A día de hoy, el Banco de España pide tiempo y asume que 2019 ha sido un “año perdido” en ese terreno. Por ello, Sánchez pretende flexibilizar el objetivo pactado con la Comisión Europea para tomar así aire, y por ende, impulso, antes de presentar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2020, que tendrá como objetivo dejar atrás los actuales PGE, elaborados en el año 2018 por el exministro popular Cristóbal Montoro. En cualquier caso, las nuevas cuentas deberían estar perfiladas en este primer trimestre del año y deberán ocuparse de su bosquejo el que es considerado por muchos analistas como uno de los  Ejecutivos más caros de la historia de la democracia.