Las protestas de algunos propietarios agrarios que están propiciando cientos de cortes de carreteras tienen un germen ultraderechista. El transcurso de las horas va desenmascarando a los responsables de las convocatorias ilegales, conocidos por su ideología fascista, y evidenciando que lo visto en las decenas de pancartas racistas y negacionistas del cambio climático no son excepciones. Xaime da Pena, abogado del acosador de Óscar Puente y pagador de la lona gigante de Desokupa contra el Gobierno, ha sido el último en sumarse. El extremista ha revelado que apoya y da soporte legal gratuito a 6F, plataforma convocante.

Un vídeo del sujeto junto a Lola Guzmán, principal representante de 6F y ex militante de Vox, refleja la sintonía del abogado y la ultra que exigió que “Marlaska pille un cactus sin vaselina y se lo meta por el culo”. No obstante, la filia de da Pena por acercarse a grupúsculos ultraderechistas viene de atrás. El propio abogado coruñés se vanagloriaba hace más de medio año de haber sido el mecenas de Desokupa, empresa de extrema derecha al servicio de fondos buitre que expulsa a vecinos de sus casas, asumiendo los 40.000 euros que costó el despliegue de una lona contra el Gobierno.

La banda ha sido condenada por perseguir a activistas en favor de la vivienda y emplea a condenados por agresiones y coacción, pero asegura que cuenta con la recomendación de las Fuerzas de Orden y Seguridad del Estado. La empresa ha copado en más de una ocasión la actualidad por las palabras de su líder, Daniel Esteve, que ha llegado a asegurar que constituiría un “ejército” y “limpiará España” para echar a Sánchez “de por vida” si las elecciones, como finalmente fue, no tumbaban al Gobierno. “Espero que le demos armas a nuestro ejército y a nuestra policía y se cierren las fronteras en nuestro país. Si no, nos veremos en la calle”

Posteriormente, el trabajador del bufete dPabogados se encargó de la defensa de Lucas Burgueño, acosador del ministro Oscar Puente e imputado por estafa, extorsión, daños, amenazas, coacciones, y revelación de secretos. Da Pena no tiene escrúpulos y entre foto y foto con Daniel Esteve, cabecilla de Desokupa, tuvo tiempo para defender a un personaje investigado por coaccionar a su madre con un video sexual que posteriormente difundió al no darle su progenitora los 80.000 euros que le exigía. El destrozo del baño de su casa y el ‘simpa’ de 400 euros en un bar completan su expediente. Dios los cría y ellos se juntan.

Impulsor de una campaña de firmas y representante legal

“Estamos aquí con Lola Guzmán, que inició el movimiento 6F y se puso en contacto con nosotros (dPabogados) porque nos ofrecimos a dar soporte jurídico gratuito”, relata da Pena en un vídeo grabado conjuntamente con la propulsora. “A nivel personal, estoy muy orgulloso de que sea una mujer la que inició este movimiento”, añadía. “Estamos muy felices con Xaime y el apoyo de su gabinete jurídico, que lo está haciendo desinteresadamente”, responde Guzmán en el documento audiovisual. “Las mujeres del sector primario somos femeninas, que no feministas, estamos acostumbradas a trabajar en el campo y luego llegar a casa y seguir trabajando”, concluye la ultraderechista.

El CEO del despacho de abogados no se ha limitado a apoyar judicialmente a los propietarios agrarios, sino que es también el impulsor de una campaña de firmas en la conocida plataforma Change.org. “Europa, en su autodestrucción, abrazando más que nadie la agenda globalista 2030 y concretamente su mal llamado Objetivo Sostenible “Acción por el Clima”, ha diseñado el ‘Green Deal Pacto Verde”, reza el largo texto que, por el momento, tan solo acumula 1.860 firmas.

Para da Pena, como para muchos de los porta pancartas de estos días, la senda medioambiental de la Unión Europea es una “nefasta estrategia ideológica”. El documento señala al Gobierno, al que acusa de no oponerse a las “políticas comerciales y de falso medioambientalismo” comunitarias. “Ante la pasividad de nuestras organizaciones agrarias, agricultores, ganaderos y pescadores de toda España, de modo espontaneo, nos hemos unido”, explica, asegurando que “la movilización tiene carácter indefinida, hasta ser escuchados por la administración y negociar con el Ministerio”.

La ultraderecha ha vuelto a insertarse en jornadas de protestas a través de personalidades que funcionan como organizadores y agitadores. La extrema derecha busca capitalizar las reivindicaciones del sector del campo, que sufre en estos tiempos las injerencias de la sequía y clama contra la política europea. Sin embargo, gritos y pancartas negacionistas, machistas y racistas deslegitiman la reivindicación, más allá de la propiedad de la razón, de los empresarios del campo y el transporte.