El 89% de las compañías de energía disponen de planes estratégicos de ciberseguridad detallados, aunque solamente la mitad protegen totalmente sus procesos clave, así se desprende de un estudio de Minsait y Sia.

Así, se detalla que la mayoría dispone de planes estratégicos detallados por iniciativas, métricas e indicadores. También desarrollan programas de concienciación y formación precisos para sus profesionales, y el 67% cuenta con una dotación presupuestaria suficiente para ejecutar el programa de transformación necesario.

En el otro lado, solamente el 44% de las empresas tiene sus procesos clave y su dependencia tecnológica identificados y protegidos en su totalidad. El resto de las compañías conoce sus puntos de mejora y están avanzando para llegar a proteger sus procesos críticos.

Estos son algunos datos sobre el sector energético que revela el Informe sobre Madurez Digital en España 2020-2021, centrado en Ciberseguridad y elaborado por Minsait y SIA, compañías de Indra, y que ha sido presentado este miércoles en el Club Español de la Energía. El estudio se ha desarrollado a partir de entrevistas personales con responsables de un centenar de grandes empresas de diversos sectores y organismos de España y resto de Europa, así como con algunos de los mayores expertos en ciberseguridad.

A pesar del elevado grado de madurez que presentan las empresas del sector en términos generales, todavía es necesario reforzar las medidas en ámbitos relevantes como la protección del datos y la gestión de activos de hardware y software. De hecho, el 56% de las compañías reconoce tener margen de mejora en la implantación de tecnologías de encriptación, clasificación y etiquetado de la información, y un 44% gestiona aún sus inventarios a través de procesos manuales.

Esta necesidad se hace aún más patente cuando solo el 22% ha implementado alguna medida para gestionar de forma centralizada la identidad digital de sus empleados, usuarios con privilegios especiales en los sistemas de información, o de sus clientes, si bien es cierto que la mayoría cuenta con alguna herramienta y sigue avanzando hacia la gestión centralizada de la identidad. 

La creciente complejidad en la operación de los activos y el ecosistema de proveedores, así como la mayor demanda de canales digitales con clientes, ha provocado un aumento de los ataques y la tendencia a establecer alianzas estables a largo y medio plazo con socios especializados que ofrezcan una visión integral ante los desafíos planteados en un sector hiperespecializado y en continuo cambio.

Gracias a estos acuerdos, el 78% de las organizaciones del sector se apoya en un Centro de Operaciones de Ciberseguridad, imprescindible para detectar los ataques y poder reaccionar ante incidentes. Estas alianzas también jugarán un papel clave en el avance hacia la convergencia segura de los entornos de Tecnologías de la Información y Tecnologías de Operación (IT/OT), que ya está materializando el 75% de las energéticas mediante evaluaciones de seguridad para identificar riesgos en cada entorno.

El Informe de Madurez Digital en Ciberseguridad plasma que las empresas tienen conciencia del desafío al que se enfrentan y han realizado un notable esfuerzo en el último año. Sin embargo, el dinamismo de las amenazas cibernéticas y la dificultad que entraña su gestión integral a lo largo de todos los procesos productivos de las energéticas (algo que requiere un enfoque multidisciplinar), son dos de los grandes obstáculos que frenan el avance. Del éxito que obtengan depende la protección que precisan para crecer y hacer negocios en la red en los próximos años.