El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha asegurado este viernes que la imposición del embargo petrolero a Rusia por parte de la Unión Europea (UE) tras la invasión en Ucrania podría ser “una bomba atómica” contra la economía húngara.

El mandatario, se han mostrado en contra de este embargo, ha señalado en una entrevista a la emisora húngara Kossuth que la propuesta de la Comisión Europea se presentó “sin ninguna consulta”, y que el organismo quiere “una norma uniforme”.

En la entrevista Orbán ha contado que el petróleo llega a su país a través de un oleoducto, mientras resaltaba que: “una propuesta que ignore esta circunstancia es una bomba atómica contra la economía de Hungría", antes de sostener que la Comisión Europeaataca a la unidad europea” y “desmantela la unidad europea de Versalles”.

Desde Hungría, han destacado que es posible conseguir petróleo con otras alternativas, pero resaltaban que podía ser muy costoso, y todo ello provocaría un aumento de precios en el petróleo. "Si la propuesta va a favor de los intereses de Hungría, estaremos encantados de discutirla", ha indicado.

Orbán ha señalado que este proceso de modernización del sistema de suministro para alejarse de la dependencia del petróleo ruso podría llevar unos cinco años y se ha preguntado si “tiene sentido esta transición”, porque considera que para ese momento la guerra en Ucrania ya habrá terminado y se habrán perdido las causas de las sanciones.

Por otra parte, el ministro ha querido manifestar el rechazo de Hungría a imponer sanciones al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril. "No apoyamos la inclusión de líderes de la iglesia en la lista de sanciones", ha indicado, según ha recogido el diario húngaro Magyar Hirlap.

Desde Budapest han querido resaltar que el país no está relacionado de ninguna manera en la guerra de Ucrania y ha argumentado que mantienen “una posición de paz”. "Los rusos atacaron Ucrania. Es una guerra entre Rusia y Ucrania, no es nuestra guerra", ha aclarado Orbán.

Las palabras del mandatario han llegado tras el anuncio enviado desde Bruselas el pasado miércoles, en el proponían a los gobiernos europeos imponer un embargo total al petróleo ruso, pero antes de tomar esa medida se planteaba un período transitorio hasta final de año para contener el impacto en los mercados y preparar otras alternativas de suministro.

El objetivo es que los estados miembros, algunos de los cuales reclaman excepciones en la aplicación de sanciones por su fuerte dependencia, como Eslovaquia y Hungría, lleguen a un acuerdo de cara a este viernes. "Seamos claros, no será fácil. Algunos estados miembro son fuertemente dependientes pero debemos simplemente trabajar en ello", dijo Von der Leyen.