Una veintena de hosteleros han increpado este martes al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en los aledaños del centro de salud de El Astillero, donde estaba citado a las 12 horas para vacunarse contra el coronavirus.

El presidente ha sido recibido por este grupo de hosteleros con abucheos y gritos de "fuera" un día después de que la Consejería de Sanidad decidiera volver a cerrar el interior de la hostelería por el aumento de la incidencia del Covid y la ocupación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

Los hosteleros han increpado al presidente a su llegada al centro de salud, que ha realizado unos metros a pie desde donde ha dejado aparcado su vehículo.

Así, han chillado frases como Nos vas a mandar a la ruina, ¿Dónde están las ayudas?, Demuestra que la hostelería es la culpable y Viva Ayuso.

Del mismo modo, a su salida del centro, después de recibir la vacuna, Revilla ha saludado y ha hablado con algunos vecinos que también estaban citados para vacunarse.

Sin embargo, a la hora de realizar las declaraciones a la prensa, los hosteleros han vuelto a increpar al presidente a gritos y con insultos como sinvergüenza 'mpresentable, caradura y populista.

Revilla les ha pedido diez minutos para que la prensa pudiese "hacer su trabajo" y les ha propuesto hablar con ellos después de las declaraciones, pero sin éxito ya que han continuado gritando, con acusaciones como 'Vais a pasar a la historia como el Gobierno que destrozó a la hostelería', ante lo que el presidente ha respondido 'No creo', y reclamaciones como '¿Dónde está la vacuna de los hosteleros?' y 'Revilla dimisión'.

"15 personas no pueden estropear un acto", ha lamentado Revilla, que, sin embargo, y ante la imposibilidad de poder hacerse escuchar por la prensa debido a los gritos de los hosteleros, ha tenido que cancelarse y la convocatoria se ha pospuesto a las 13 horas en la sede del Gobierno.

Revilla, finalmente, se ha dirigido a su vehículo, seguido por los hosteleros, que han sidoi nterceptados por agentes de la Guardia Civil que les han advertido de la imposibilidad de entrar en una propiedad privada.