Las autoridades de China han reafirmado este miércoles su política de tolerancia cero con las "actividades separatistas" en Taiwán y han insistido en que harán uso de la fuerza para "tomar la isla" en caso de que sea necesario.

La alerta de Pekín, que considera Taiwán una provincia más bajo su soberanía, se produce días después de la polémica visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla.

La oficina para Asuntos de Taiwán ha puesto ahora sobre la mesa una serie de directrices sobre cómo abordar las cuestiones taiwanesas, lo que incluye una serie de incentivos económicos y una "mayor seguridad y dignidad" para el territorio, si bien aboga también por un aumento de la presión militar.

"Estamos preparados para crear un gran espacio de reunificación pacífico, pero no daremos cabida a las actividades separatistas", recoge el documento, que incide en que Pekín "no renunciará al uso de la fuerza y se reservará la opción de tomar todas las medidas que tenga a su alcance en caso necesario".

No obstante, asegura que "solo se verán forzados a tomar medidas drásticas para responder a la provocación de elementos separatistas o fuerzas externas que quieran cruzar las líneas rojas", según informaciones de la agencia de noticias Xinhua.

Las relaciones entre las partes han empeorado significativamente desde que Tsai Ing Wen se convirtió en la presidenta de Taiwán en 2016 dado que ni ella ni su partido consideran que Taiwán sea parte de China.

La oposición de Taiwán viaja a China 

Una delegación de la principal formación de la oposición de Taiwán, el Partido Nacionalista Chino --Kuomintang (KMT)--, ha viajado este miércoles a China, en plena época tensiones tras la visita a la isla de Nancy Pelosi, y la respuesta en forma de maniobras militares de Pekín.

La delegación está encabezada por el vicepresidente del partido, Andrew Hsia. La visita, sostiene la oposición, estaba planeada desde hace mucho más tiempo desde que se originó el aumento de las tensiones en la región y tiene como objetivo reunirse con empresarios y estudiantes de Taiwán que residen en China.

Está previsto que Hsia y los suyos visiten a la comunidad taiwanesa en la provincias costeras del sureste de China, como Fujian, Zhejiang, Guangdong, no así en Pekín. La delegación del KMT volverá a Taiwán a partir del 27 de agosto, una vez se haya cumplido el periodo de cuarentena fijado por las autoridades chinas.

El viaje de los políticos de la oposición no ha gustado en el seno del Gobierno del Partido Progresista Democrático (DPP), según ha hecho saber la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, quien ha acusado al KMT de "decepcionar" al pueblo taiwanés, así como de enviar a la comunidad internacional "un mensaje equivocado".