“Los sondeos más fiables, entre los que no está el CIS desde que lo manipula Tezanos, acertaron en sus pronósticos mientras Casado erró en los suyos”. Con estas palabras arranca el editorial de este lunes de El Mundo tras los resultados de las elecciones en Castilla y León. Y es que, un rápido repaso a toda la prensa de la derecha pone de manifiesto dos ideas principales: que el líder del PP ha lastrado la campaña mientras Vox gana impulso, y dos, que Alfonso Fernández Mañueco no es Isabel Díaz Ayuso.

Los titulares de las principales cabeceras coinciden en que, con estos resultados, el Gobierno de la Junta de Castilla y León queda en manos de la ultraderecha, por mucho que toda la plana mayor popular haya deslizado que su aspiración es gobernar en solitario. Santiago Abascal ya ha pedido la vicepresidencia para su candidato, Juan García Gallardo, después de que Pablo Casado no cumpliera las expectativas.

“Una pésima gestión de las expectativas -la mayoría absoluta jamás estuvo a mano- y una campaсa errática se aliaron para dar a Mañueco un baño de realismo. Ha quedado claro que ni él es Isabel Díaz Ayuso ni las preocupaciones de los castellanoleoneses -la despoblación entre ellas, como se ha visto con la poderosa irrupción de las plataformas de la España vacía- coinciden con las de los madrileños”, recoge el antecitado editorial.

Y continúa: “Pablo Casado debe ahora tomar una decisión. Su posición es delicada. Estas elecciones no han servido para el propósito con que fueron concebidas por la cúpula de Génova: reforzar el liderazgo del presidente del PP y alfombrar su camino hacia La Moncloa con una victoria fácil en la tierra de la que Casado es originario, a modo de pistoletazo de salida para detonar el cambio de ciclo en la política nacional”.

El impulso que pretendía ganar el líder del PP también tenía como objetivo eclipsar a su némesis, pero nada más lejos de la realidad. “Tampoco han servido estos comicios para opacar la estrella ascendente de Ayuso -objetivo espurio pero no por ello menos deseado en la dirección nacional del partido- por el procedimiento de intentar remedar en Castilla y León su fórmula: alcanzar una mayoría amplia que permita un gobierno en solitario, capaz de imponer su agenda legislativa sin las disfunciones de una coalición entre siglas con intereses electorales compartidos”.

En este sentido, La Razón recalca que se ha consumado el cambio de ciclo político que comenzó con Ayuso “en los comicios celebrados en la Comunidad de Madrid, donde la opción de la izquierda ha pasado a ser residual”. También menta el “acentuado” e “innegable” éxito de Vox. Esto último se referencia en buena parte de los titulares, recordando a Casado que su estrategia para desvincularse no ha funcionado, por lo que debería replanteársela.

“Por la fuerza de los votos se ve abocado Casado a revisar su estrategia y calcular bien qué tratamiento dispensar a Vox sin fortalecerlo aún más”, zanja a este respecto El Mundo.

Por último, el editorial reza que “las políticas liberales de Madrid se han erigido en el contrapunto más exitoso a la deriva radical del sanchismo”; por lo que “ese y no otro debe ser el espejo en el que se mire Mañueco. Y ese debe ser, cuanto antes, el modelo que Casado debe asumir si no quiere seguir fragilizando su liderazgo”.