Es indiscutible que el pensamiento único neoliberal se ha impuesto en toda democracia que se precie bajo el argumento (indemostrado) que lo público es siempre sinónimo de ineficacia y de derroche, mientras que la gestión empresarial encaminada a la obtención del máximo beneficio acaba siendo más eficiente y además más barata. Y dentro de esta filosofía, el sistema sanitario es en la actualidad quizás el último objetivo que le queda al capitalismo para conseguir la victoria completa de sus posiciones. Pero ¿existen datos objetivos que permitan defender que el cambio hacia una gestión privada de la sanidad dirigida por grandes corporaciones empresariales permitirá una mayor eficacia a un menor coste?

Para responder a esta pregunta lo mejor es abandonar el campo ideológico y centrarse en analizar datos imparciales. Pues bien, para estudiar la influencia del mundo empresarial en la sanidad, hace ya algún tiempo se publicó un metaanálisis que comparaba hospitales privados norteamericanos que se diferenciaban únicamente en su modo de gestión: aquellos que eran propiedad de empresas con ánimo de lucro (lo que en el mundo anglosajón se denomina “for-profit”) y que actúan de manera indistinguible a cualquier otra corporación capitalista que produzca coches, PCs , patatas o textiles, puesto que buscan el máximo beneficio rindiendo cuentas a los mercados y a sus accionistas, frente a aquellos otros hospitales que estaban gestionados por instituciones sin ánimo de lucro (asociaciones, fundaciones, etc) cuyo principal objetivo no son beneficios o que cuando los obtienen los reinvierten en su función social (“for-non-profit” en ingles). El estudio analizó los datos de mortalidad publicados en la literatura científica respecto a unos 26.000 hospitales que habían tratado a más de 36 millones de pacientes a lo largo de varios años.

Dejando aparte algunos de los estudios que implicaban a menor número de pacientes (marcados con una flecha azul) por su poca confianza estadística, los datos muestran que sólo hay un estudio (flecha roja) que indique menor mortalidad en hospitales empresariales frente al menos otros 6 que muestran que la mortalidad es inferior cuando no hay ánimo de lucro en la gestión sanitaria. Al final la media poderada en el metaanálisis indicaba que se podía esperar una mortalidad un 2% superior en los hospitales con gestión económica dirigida a la obtención de beneficios que los que realizan su labor sin estas presiones económicas. Además otro estudio de la “Maternal and child health data base”realizado analizando 243 hospitales y más de 1,6 millones de pacientes concluyó que el riesgo de fallecimiento de niños en hospitales orientados a los beneficios empresariales era un 9,5% superior a los gestionados sin ánimo de lucro. Para los que estas cifras les parezcan bajas, indicar que implican la muerte prematura de miles de personas anualmente ligada al sistema neoliberal de obtención de beneficios a toda costa.

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