Los escándalos están cercando al rey emérito Juan Carlos I y a su hijo, Felipe VI, tras anunciar que renuncia a la herencia de su padre al conocerse el presunto cobro de comisiones ilegales. Concretamente, el rey Juan Carlos I percibió cien millones de Arabia Saudí a través de una fundación en cuyo patronato se encontraba su nombre. El actual rey de España también anunció que el rey emérito dejará de recibir la asignación correspondiente de los Presupuestos Generales del Estado por su condición de rey emérito, cantidad que asciende a los 194.232 euros al año.

Han sido muchas las personas que se han quejado al respecto y han pedido que se devuelvan estos cien millones de euros y se destinen a la sanidad pública. Ya fue la periodista Nieves Concostrina quien publicó su opinión al respecto y recibió una gran acogida. En las últimas horas ha rondado por redes sociales el siguiente mensaje que pide máxima difusión para crear una protesta contra los actos del rey emérito: “Miércoles 18 de marzo cacerolada a las 12 de la mañana para que Juan Carlos I done los 100 millones saudíes a la sanidad pública. Reto viral, por favor. Reenvíalo!”.

Por su parte, Juan Carlos I no se arrepiente y justifica sus sociedades offshore, Fundación Lucum, asegurando que forman parte del proceso habitual de donaciones con monarcas árabes. Según se publicó en El Independiente, el ex monarca aseguró a su entorno más cercano que no está arrepentido de su comportamiento, además de considerar estas actitudes normales. El citado medio informa de que el Emérito no es consciente de los problemas que sus actos podrían conllevar a la Corona española. También se ha difundido que el monarca tendría que vivir de sus ahorros después de que el rey Felipe VI le retirara la asignación en los Presupuestos. De hecho, al no haber cotizado nunca a la Seguridad Social, Juan Carlos I no gozará de pensión alguna. Los miembros de la casa real no son considerados como trabajadores por cuenta propia o ajena, tampoco se engloban dentro de los autónomas.