Hace tan sólo 8 días, el diputado del PP Carlos Floriano acusó al director de informativos de TVE, Fran Llorente, de “haberse convertido en una terminal del PSOE” y comportarse “como el jefe de prensa del candidato del PSOE, manejando la información a favor del candidato socialista y en contra del PP". Una acusación que se añadía a otras contra otros periodistas, como la presentadora y directora de Los desayunos, Ana Pastor, o el equipo de Informe Semanal, entre otros.

Boicot a PRISA
Los socialistas consideran que lo que hay tras estas acusaciones es una línea “peculiar” de comportamiento del Partido Popular con respecto a los medios, según la cual en el partido de Rajoy defienden la libertad de prensa y de expresión “mientras éstas no contravengan sus intereses electorales”. Y recuerdan así el historial en los últimos tiempos del PP al respecto.

En marzo de 2007, el PP anunció un boicot a todos los medios del grupo PRISA. La razón estuvo en unas declaraciones de su entonces presidente, Jesús de Polanco, en las que éste denunció un “creciente clima de crispación” y que “si la derecha recupera el poder, van a venir con ansias de revancha que me dan mucho miedo”. A partir de ese momento, recuerdan en el PSOE, se produjeron inconvenientes al trabajo de los profesionales del grupo, se negaron todos sus líderes a hacerles declaraciones y pidieron que su boicot lo asumieran también clientes y anunciantes.

Demandas durante la campaña del 22M
En el PSOE apuntan, ya en este mismo año, cómo durante la precampaña y la campaña para las elecciones autonómicas, desde el PP se intentó amedrentar a algunos medios. Se recuerda, en este sentido, la demanda de Camps contra TVE, Tele5, Cuatro y laSexta ante la Junta Electoral Central “en un intento de silenciar a las televisiones por informar de los escándalos de corrupción del PP valenciano”. En el mismo sentido se recuerda cómo en mayo, el PP comunicó a El Periódico de Aragón que boicotearía su labor informativa durante la campaña electoral por estar en desacuerdo con su línea editorial. Como había sucedido con PRISA años antes, rechazó a la concesión de entrevistas a este diario con sus principales candidatos, y ordenó la retirada de publicidad.

Aún en mayo, los socialistas recuerdan las decisiones de los jueces denegando las demandas que tanto Carlos Fabra como Rita Barberá habían interpuesto contra El País por informaciones publicadas sobre el incremento patrimonial del primero, y por presuntos delitos fiscales y tráfico de influencias. La demanda de Rita Barberá era por la publicación del contenido de una charla en la que El Bigotes, principal implicado en el caso Gürtel, aseguraba que estaba comprando un bolso de Louis Vuitton para Barberá.

El caso de Mariano Rajoy: del “tonto del culo” al “no tengo nada que decir”
Pero en el repaso a la actuación del PP con respecto a la prensa, en el PSOE dedican un capítulo especial a las actuaciones de o relacionadas con Mariano Rajoy.  “El “talante” de Rajoy con la prensa viene de lejos. En 2002, cuando era vicepresidente del Gobierno, llamó “tonto del culo” a un periodista durante la rueda de prensa del Consejo de ministros”, apuntan. Y recuerdan cómo en abril de este año el Xornal de Galicia cesó a su director por, según el PSOE, haber “descubierto y publicado unas fotografías de R ajoy en el barco de un conocido narco gallego”. “La influencia de R ajoy sobre el propietario de este medio es conocida”, dicen los socialistas.

Pero además recuerdan que el líder popular “tiene un record sin precedentes en política” cuando tras el estallido del caso Gurtel no compareció ni una sola vez ante los periodistas durante más de seis meses -entre abril y octubre de 2009-,  “para no tener que contestar las preguntas sobre la implicación dirigentes del PP en esta red de corrupción”

Comportamiento amedrentador
Según el PSOE, el comportamiento del PP con los medios de comunicación “se acerca más a la censura franquista, que a lo que debe ser la libertad y la pluralidad de los medios en un sistema democrático”, y señalan en este sentido que “el PP defiende una libertad de expresión y de información a su medida”, y “arremete contra los medios, como lo hace con jueces, policías y fiscales, cuando las informaciones no le gustan”.