Cerca de 500 miembros del Comité de Defensa de la República (CDR) se han manifestado desde las once y media de la mañana en los alrededores del Auditorio de Barcelona en protesta por la visita del Rey Felipe VI.
Este mediodía el monarca hacía entrega de los despachos a las nuevas promociones de jueces en esta sede de la orquesta sinfónica de Barcelona y nacional de Cataluña.
Cordón policial
La presencia de Felipe VI durante el acto ha comportado fuertes medidas de seguridad, en una operación liderada por la Policía Nacional, con el apoyo de los Mossos, que ha mantenido los manifestantes alejados de la celebración del evento.
Las calles de Padilla y Lepant, adyacentes en el Auditorio, así como la calle de Ausiàs Marc, han quedado cortadas a la circulación, tanto de vehículos como de personas, despertando el desconcierto de los vecinos y el enojo de los manifestantes. "Es vergonzoso que la policía monte este despliegue para proteger a un Borbón", espetaba un señor mayor a un Mosso.
Los asistentes a la manifestación - pacífica en todo momento -, han terminado concentrándose en la Avenida Meridiana, donde han cortado el tráfico de vehículos y del tranvía, que ha parado la circulación entre las paradas de Glòries y la Ciutadella de la Línea 4.
Bajo la atenta mirada de efectivos de la Policía Nacional, parapetados en la azotea del Auditorio, la masa de lazos amarillos y esteladas ha coreado las consignas "Fuera las fuerzas de ocupación!"; "Ni olvido ni perdón para el 1 de octubre"; "Pablo Llarena inquisidor"; o "Libertad presos políticos", hasta las dos de la tarde, cuando los Mossos han apartado las vallas y se ha restablecido la circulación, y los manifestantes se han ido disipando.
Atrapados en las aulas
A la concentración convocada por los CDR también se han sumado varios profesores y alumnos de la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), que comparte edificio con el Auditorio. El colectivo ha denunciado que varios efectivos policiales, vestidos de paisano, les registraron los efectos personales y los instrumentos cuando iban a clase por la mañana.
"Un pequeño grupo nos hemos sentado en las escaleras en señal de protesta y a las 11:20 nos han echado de malas maneras", explica un estudiante de la ESMUC. "También han identificado a cinco compañeros de clase y nos han amenazado con ponernos multas de más de 6.000 euros", añade otro alumno.
Durante dos horas, los estudiantes y los profesores que se habían quedado en las clases han sido escoltados por la Policía Nacional hasta el exterior del edificio en grupos de ocho en ocho. Muchos de ellos han decidido sumarse a la protesta de los CDR y han afirmado que "nadie les había comunicado que la actividad en la escuela se vería interrumpida".
Efectivos de la policía parapetados en el tejado del Auditorio
La ceremonia
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ha dado esta mañana la bienvenida a la Carrera Judicial a los 65 integrantes de la última promoción de jueces, recordándoles que su posición a partir de hoy viene determinada por la Constitución, que les permite "actuar como un Poder del Estado cuya misión es juzgar y hacer ejecutar lo juzgado siempre con sujeción a la Ley y al Derecho".
En el acto también ha participado la directora de la Escuela Judicial, Gema Espinosa, esposa del magistrado Pablo Llarena, que ha afirmado que "un juez independiente es el que determina la decisión justa desde el Derecho vigente, sin permitir que se proyecte la idea de que factores ajenos puedan influir en su decisión"."El juez debe ser independiente, no sólo respecto a factores externos y a otros poderes del Estado, sino incluso frente a sus propias convicciones o experiencias personales", ha concluido.