"El pueblo de Cataluña (...) decidió la independencia. Hasta aquí, de acuerdo. El resto: ramonetisme". Esta ha sido la valoración de la concejala de Barcelona y ex diputada de la CUP en el Parlamento Eulàlia Reguant sobre la respuesta de Carles Puigdemont al Gobierno cuando ha acabado el segundo plazo dado para contestar al requerimiento.

El president tenía que aclarar si había declarado o no la independencia pero, lejos de hacerlo, ha asegurado que el pasado 10 de octubre el Parlament no voto la independencia de Cataluña, pero podrían llegar a hacerlo en el momento en el que se aplique el artículo 155 de la Constitución.

Para la CUP, lo único que ha hecho Puigdemont es quedarse en tierra de nadir para intentar contentar a todas las partes, al Gobierno y a los independentistas. Por eso, usan la expresión coloquial catalana de hacer la puta i la ramoneta; es decir, usar un doble juego o hablar con dobles sentidos.

“Aún hay tiempo”

Este jueves se acaba a las 10:00 de la mañana la segunda prórroga dado por el Gobierno. Tras ella, ha llegado una tercera. No será hasta el Consejo de Ministros del próximo sábado cuando el Gobierno de Mariano Rajoy mueva ficha y, previsiblemente, aplique el artículo 155.

Por ello, las formaciones independentistas ERC y PDeCAT han respirado asegurando que “aún hay tiempo” para buscar una situación dialogada, un camino del que la CUP ya se ha descolgado, pues su propósito es seguir presionando para que Puigdemont declare lo antes posible la independencia de la República de Cataluña.

"Mantenemos la tregua hasta este sábado", ha dicho este jueves el portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano. Unas palabras a las que se ha sumado Joan Tardá al decir que nos encontramos en “un escenario propicio para el diálogo" y que "es una lástima perder una última oportunidad". "Se ratifica en la voluntad de dialogar y deja todo en stand by".

"Paren máquinas", pide Tardá recordando que incluso estaría bien “hablar de qué hay que hablar y discutir".