Empieza el curso escolar y con él arranca la segunda edición del Programa de Liderazgo para el Aprendizaje de EduCaixa. En ese contexto, entrevistamos a Mercedes Fernández Aroca, directora del IES Tomás Navarro Tomás, de Albacete, que participa del proyecto desde el primer año.

Pregunta- ¿Cuándo empezó tu colaboración y la de tu centro con EduCaixa, de la Fundación "la Caixa" y en qué consiste?

Respuesta- En mayo de 2019, llegó al centro una convocatoria de un curso de formación, Liderazgo para el aprendizaje, que lo organizaba EduCaixa en Barcelona, y mi jefa de estudios, Sonia Cuenca, y yo, que somos la dos muy parecidas, que somos mujeres que cogemos todos los trenes que pasan, decidimos presentarnos. Mandamos un pequeño proyecto, sin estar muy convencidas de que nos fueran a elegir, pero de 253 proyectos, seleccionaron a 50 centros. Fuimos 2 personas de cada centro. En este caso, fuimos yo, como directora, y Sonia, como jefa de estudios. Nos dieron una formación que empezó en julio de 2019. En mi caso, esa formación me puso frente al espejo y yo vi lo que quería conseguir. Llevo 35 años en la enseñanza, pero tengo la ilusión del primer día, y eso es una gran suerte, porque nunca tiras la toalla.

Tenemos que dar a los alumnos la fuerza para poder resistir los embates que van a tener en la vida, ya que se enfrentarán a un mundo peor que el que tenemos ahora"

P- Dices que no estabas convencida de que te cogieran. ¿Sí estabas convencida de la necesidad de formarte en liderazgo?

R- No hay duda. Para mí era muy importante saber que esto no era una venta de humo, que era algo concreto y probado, siempre con los pies en el suelo. El objetivo era formar a los equipos directivos para gestionar el aprendizaje. Es decir, cómo liderar un centro que aprende bien y que mejora resultados. Te planteaban una serie de directrices que estaba funcionando muy bien en el Reino Unido, con gente que ya la estaba probando. La idea es formar a personas íntegras, honestas y comprometidas, y para enfrentarse a un mundo peor que el que tenemos ahora. También tenemos que darles esa fuerza para resistir los embates que van a tener en la vida.

P- ¿Cómo calificarías la experiencia y con qué expectativa salisteis?

R- Excelente. Salimos encantadas. Estuvimos con gente de toda España. Éramos el único centro de Castilla La Mancha entre todos lo que participamos de la primera edición. La Fundación "la Caixa" unos pequeños grupos de aprendizaje. A nosotros nos tocó con gente de Valencia. Un grupo de 6 personas, con 2 centros de la Comunidad Valenciana. El objetivo es crear una red de centros que responda al ideal de liderar un centro que aprende enseñando. Ya se está en la segunda edición, y el objetivo se está cumpliendo. Ya hay 2 centros más de Castilla La Mancha: un centro rural agrupado de Guadalajara, y un instituto de Tomelloso. Ya somos 3 centros en la Comunidad Autónoma. Poquito a poco.

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Nada es más importante para liderar que el ejemplo. La primera exigencia es hacia uno mismo"

P- Vuestro comienzo fue en el primer período escolar que se iniciaba en pandemia, y eso afectó psicológicamente a muchos alumnos. ¿Cómo afectaba esto al trabajo de liderazgo que empezabais a implementar? 

R- Tengo una hija que es pediatra y me dijo: "No sabes lo que ha afectado la pandemia a los chavales". No somos conscientes de lo que la pandemia ha afectado a los niños. Nosotros lo teníamos muy claro, no tanto en el rendimiento académico, que eso quizá es lo de menos, sino a nivel emocional, a nivel personal. El curso te da las herramientas para liderar poniéndote junto a los compañeros, pero encabezando, dando ejemplo. Es decir, que yo a mis compañeros les exijo, porque tengo que hacer cumplir una norma, pero la primera que se exige soy yo. Así a los compañeros los tienes siempre al lado, nunca enfrente. Y la pandemia contribuyó a reforzar nuestro centro, nuestro claustro. Un claustro comprometido, un claustro sin horas. Ha habido compañeros que trabajaban por la mañana, por la tarde, por la noche, atendiendo a las familias, sin desfallecer. Se lo agradecí infinitas veces, porque no solamente hay que facilitar, hay que felicitar también. Ese juego de palabras es muy importante en un centro. La pandemia contribuyó mucho a reforzar los lazos entre el profesorado. Esto enseña lo más grande de la gente. Los alumnos, fabulosos. No hemos tenido contagios en todo el centro, no hemos tenido ninguna aula cerrada.

P- Ahora que empieza este segundo ciclo dentro de este programa, ante esta situación, ¿se tiene que dar una cadena de liderazgo de la que participen los propios alumnos?

R- Sí, está claro. Los alumnos tienen muchísimo que decir y muchísimo que aportar. Y tienen que sentirse escuchados siempre. Nuestro centro los escucha siempre, y es una de las cosas de las que estamos más orgullosos. Los despachos de jefatura y dirección están siempre abiertos. Nosotros abrimos el centro el 18 de mayo de 2019, y nadie ha tenido que pedir cita previa para ir al centro. Guardamos distancia, tenemos ventilación y tenemos mascarilla. La educación no puede ser de puertas cerradas, como si fuera un ministerio. Es un continuo trasiego de pasillos. Hay que darles a ellos la capacidad y la confianza de que te puedan contar cosas que no contarían a sus padres. Hay que hacerles sentir que son básicos en el centro, eso es más importante que cualquier profesor. Sin alumnos, no hay nada que hacer.

Euipo docente programa Liderazgo Aprendizaje 1a edición EduCaixa

 

P- Los docentes, dentro de este programa, son los líderes naturales, los que tienen que asumir ese rol por su propia labor. Entre los alumnos se parte de una situación de igualdad, ¿cómo se ejerce ese liderazgo, quiénes lo adoptan?

R- Todavía no tenemos un programa canalizado de liderazgo de alumnos. Nos falta implementar una junta de delegados eficaz. Estamos en proceso. Este año, el planteamiento que tenemos es que la misma participación que tienen los profesores sea  la que tengan los alumnos. Se necesita una junta de delegados potente, sobre todo en 1º, 2º, 3º, que son la base, la semilla de nuestro centro. Eso es lo que queremos conseguir recogiendo sus propuestas, sus iniciativas, y creando una red del alumnado que se dedique a cosas concretas. Lo queremos hacer este año, porque vemos que por cuestión de liderazgo, los profesores han entendido bien lo que queremos hacer, han cogido el guante, y lo tenemos encausado. Nos falta encausar la participación de los alumnos. También, la participación de la familia, que sigue siendo escasa.

P- Es evidente, entonces, que todo esto forma parte de un proceso y que, por ende, es acumulativo, que va a más. 

R- Eso está claro, esto es algo que no tiene retorno. No tiene vuelta atrás. Es el gran agradecimiento que yo tengo al programa de liderazgo. Te da las herramientas para seguir avanzando, para no pensar que tienes que volver atrás. Para pensar que tienes un reto, que implica trabajo y esfuerzo, pero que hay que hacerlo. Más en los tiempos que corren, de tanta incertidumbre.

P- ¿Esto se implementa por la forma en que el docente se comunica con sus alumnos como líder o hay momentos específicos que se dedican a este tema? 

R- No se trata de algo planificado. Es un programa que trabaja alrededor de las diferentes asignaturas. Varios departamentos preparan y trabajan proyectos, y ahí es donde está implicado el liderazgo. Hemos presentado proyectos hasta a la Agencia Espacial Europea, a través del Proyecto Steam (Science, Technology, Engenieering, Arts & Maths). 

P- Podemos decir que la aplicación es fundamentalmente práctica, que es una forma de que los conocimientos se asimilen mejor.

R- Claro. Además estamos colaborando con la Universidad de Castilla La Mancha. Uno de los proyectos es sobre incendios forestales, enfocado a cómo generar toda esa flora que se pierde.

P- Decías que este proyecto de liderazgo va a más y que ha llegado para quedarse. ¿Cómo ves el futuro, hasta dónde va a llegar, desde tu punto de vista? 

R- Este es mi segundo mandato, después no sé si seguiré o me jubilaré, pero queremos seguir trabajando en la misma línea, porque cuando tienes un claustro comprometido, que te responde, eres un inconsciente si lo dejas perder. Entonces, hay que seguir avanzando en la mejora de resultados, en atraer matrículas al centro, en conseguir que los chicos y las chicas estén bien, y que cuando se van en 2º de Bachillerato te agradezcan por lo que has hecho por ellos. El transformar a esas personitas que vienen en 1º  para que cuando se vayan y miren atrás, vean que nosotros hemos estado como centro, es fantástico. El programa de liderazgo incide en eso, en el verdadero líder que guía y camina, y sobre todo, da ejemplo. El ejemplo es lo que más educa. Siempre.

Equipo docente 2020 trabajando en el proyecto Programa Liderazgo Aprendizaje EduCaixa

P- ¿Hay diferencias entre los alumnos más pequeños y los más mayores a la hora de recibir un nuevo programa o una nueva relación con los docentes? ¿Los primeros lo asimilan de una forma más natural?

R- No necesariamente. La relación que se establece con el alumnado está basada en el afecto. El afecto no quiere decir que me puedas faltar al respeto o que yo te lo pueda faltar a ti. El afecto como lazo, que va a permitir que los conocimientos que se transmiten o la relación que se establezca sea algo que amplifique el aprendizaje, que lo mejore, que añada motivación a ese proceso. Eso yo lo veo en mi centro, y lo veo en la relación que tienen los profesores, como líderes, con los chicos.

P- ¿Al formar parte de un proceso, el liderazgo es algo que se vive desde el inicio o al principio hay que verbalizarlo, hay explicar qué es lo que vendrá?

R- El liderazgo que los profesores asumen en su relación con sus alumnos, es el que ellos mismos se plantean. No deja de ser el liderazgo que toda la vida ha ejercido el profesor, el maestro, respecto a su propios alumnos. En el curso pasado empezamos a implementar lo aprendido. Al principio del curso, hacemos un claustro, preparamos un Power Point, y planteamos a los profesores los objetivos y las actuaciones para conseguirlos. Nuestra responsabilidad es transmitir nuestros conocimientos a quienes no han hecho el curso de liderazgo. Saben que a lo largo del año, hay objetivos a cumplir a lo largo del año. No más de 3, para no caer en algo irreal. Los profesores y las familias tienen que confiar en su propio poder como educadores. La familia es el primer núcleo socializador y educador.

La participación de las familias es fundamental, y para ello tienen que convencerse de su propio poder educador"

P- ¿Las familias no se convencen de ese rol por falta de confianza o por reticencia?

R- Muchas familias no son conscientes de ese gran poder educador que tienen sobre sus hijos. La sociedad hoy es muy complicada, porque se ha sumado la tecnología como variante, con el móvil a la cabeza. Muchos niños están en una especie de burbuja, y los padres no saben cómo llegar a ellos, pero hay que estar ahí. Aunque sea para que te digan que no les des la brasa. Por supuesto, la etapa más complicada es el inicio de la adolescencia. No es que no están preocupadas por sus hijos, solo están algo perdidas. Nosotros promovemos que participen en el instituto, porque de momento, el porcentaje de familias asociadas al AMPTA es bajísimo. Tenemos un AMPTA muy buena, que nos ayuda muchísimo, tenemos padres y madres comprometidos, incluso fuera de él, pero falta esa cultura de asociacionismo. Tenemos muy buena relación con las familias, las familias están contentas, podemos contar con ellas para cualquier cosa. La familia siempre está al lado de la escuela.

P- ¿Podemos ser optimistas?

R- Podemos ser optimistas.