La Comisión de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía ha aprobado este marte una proposición no de ley (PNL) presentada por Adelante Andalucía para la retirada de toda aquella simbología franquista de exaltación del golpe militar de 1936 y de los años de dictadura venideros.

Esta iniciativa ha contado con el apoyo del PSOE, PP y Ciudadanos, que han dado el visto bueno a esta propuesta de retirada de “toda la simbología” que se recoge en el artículo 32.1 de la Ley de Memoria Histórica. La propuesta insta al Gobierno regional a “la aplicación de las sanciones previstas en el artículo 15.1 (de la citada ley nacional) en caso de incumplimiento por parte de las administraciones competentes”.

Sin embargo, la extrema derecha española ha dado la espalda a esta propuesta, votando en contra de la PNL. Los ultras argumentan que la izquierda siempre pone en el foco en las mismas víctimas, desechando, según exponen, incluir la retirada “de las calles de cualquier símbolo comunista”.

“Como es habitual, la formación de ultraizquierda volvió a olvidarse de los crímenes del comunismo, centrándose exclusivamente en los del franquismo y en su simbología mientras constantemente hacen apología de dictadores y tiranos comunistas que acabaron con la vida de millones de personas”, expone la formación en un comunicado.

Posteriormente, Benito Morillo, portavoz de Vox en la Comisión, ha alegado que “la memoria histórica no está entre las 15 preocupaciones principales de los andaluces”, restando peso a su negativa a condenar el franquismo y cumplir así con los preceptos establecidos por la ley nacional. Además, los de Abascal en la Junta argumentan que ellos apuestan por la concordia nacional, acusando a la izquierda de “buscar con todas sus leyes liberticidas, acabar con los individuos, con la libertad de pensamiento y cátedra, imponiendo una memoria colectiva a su gusto”.

No es la primera vez

La ultraderecha española vuelve a posicionarse en contra de la condena de regímenes totalitarios. Hace apenas dos semanas, el jueves 30 de enero, los concejales de Vox en Valencia se negaron a realizar una declaración institucional en conmemoración del 75 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.

Lo hicieron argumentando que no querían “plegarse ante los lobbies y grupos de presión”, añadiendo que “los grupos del Ayuntamiento querían incluir contenido ideológico referente al colectivo LGTBI o al islam en la declaración (sin incluir a víctimas católicas), restando el valor y significado del Holocausto, que suponía la Solución Final contra los judíos”.