Los votos de Vox facilitaron a Isabel Díaz Ayuso ser investida presidenta de la Comunidad de Madrid el pasado viernes 18 de junio tras arrasar en las urnas pero sin conseguir la mayoría absoluta. La popular ha mostrado en numerosas ocasiones su simpatía con la ultraderecha y no ha desaprovechado la oportunidad para acercar posturas para conseguir volver a la Puerta del Sol. Aunque las exigencias de su socio hacen tambalear esta tregua.

Los primeros movimientos del Ayuso en la Comunidad de Madrid no han gustado a los de Vox, y no han dudado en dejar muestra de ello. La modificación de la Ley de Radio Televisión Madrid (RTVM) propuesta por el PP para controlar la televisión pública autonómica probablemente no será apoyada por la extrema derecha al tener “serias dudas” de que se garantice una cobertura neutral.

“Nosotros no estamos en esa ley”, ha explicado Rocío Monasterio. “Si lo que vamos es a convertir la televisión en un medio de propaganda del partido que gobierna, nosotros eso no lo podemos apoyar”. La diputada Macarena Olona ha añadido que se encuentran estudiándola: “Estamos analizándola jurídicamente antes de valorarse cuál es la posición que vamos a adoptar. Ni se ha negociado con nosotros, ni se nos ha consultado”.

No obstante, este no es el único desencuentro entre PP y Vox en la Comunidad de Madrid. El nombramiento de Toni Cantó como director de la nueva Oficina del Español ha provocado la repulsa de las filas de la ultraderecha. La portavoz de la formación en la Asamblea de Madrid considera que no es “acertado” y que no le hace “ningún favor” al actor. “Me gustaría saber qué hacemos con una Agencia de Turismo en el Ayuntamiento y otra Agencia de Turismo en la Comunidad compitiendo con la del Ayuntamiento”, ha espetado Monasterio.

Asimismo, ha criticado que se cuente con seis entes distintos que “promueven lo mismo” y que se pagan con los impuestos de los madrileños, a la vez que ha mostrado su postura a favor de “unificar y cerrar entes” y en contra de crear nuevos departamentos.

Abascal también se ha beneficiado de “chiringuitos”

Aunque en la formación ultra defienden a ultranza la eliminación de los chiringuitos y la reducción de entes, su líder ha sido uno de los grandes beneficiarios. Desde 1999 a 2014, Santiago Abascal obtuvo cerca de medio millón de euros antes de impuestos gracias a sus cargos electos y/o institucionales en diferentes administraciones publicas a raíz de su militancia en el Partido Popular.

Abascal fue nombrado a dedo por Aguirre en 2010 para dirigir la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid, puesto de ‘trabajo’ por el que se embolsó alrededor de 247.000 euros distribuidos cómodamente en anualidades. Dos años después, la Comunidad de Madrid eliminó esta Agencia echando a 22 trabajadores, aunque el líder de Vox encontró un nuevo destino facilitado por el PP de Madrid.

Fue en 2013 cuando el dirigente ultra fue nombrado gerente de la Fundación para el Mecenazgo y el Patrocinio Social, puesto por el que cobró una cantidad anual de 82.491,80 euros, a los que se podrían añadir otros 11.363,20 euros en concepto de productividad variable por objetivos.