Desde enero de este año Guadiana del Caudillo, una pequeña localidad de alrededor de 2500 habitantes situado en la provincia de Badajoz, pasó a llamarse simplemente Guadiana, eliminando de esta manera toda referencia al dictador Francisco Franco.

Un cambio que se produjo con el voto favorable de todos los concejales de la localidad. Todos excepto los ediles de Vox, quienes pelearon sin éxito para mantener la referencia a Franco. De hecho, Antonio Pozo, uno de los concejales ultras, llegó a perder una subvención de 168.000 euros por incumplir la ley de memoria histórica después de negarse a cambiar el nombre del pueblo, en esta ocasión cuando era alcalde del mismo, aunque bajo las siglas del Partido Popular. Sin embargo, este empeño de Pozo sí que le sirvió para que la Fundación Francisco Franco le otorgara el título de caballero.

Ahora, seis meses después, Pozo ha vuelto a la carga y ha presentado un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura en contra de la modificación en la toponimia. Según Efe, los ediles de Vox argumentan en el recurso que Guadiana “no ha incumplido nunca la infame ley de memoria histórica”, por lo que “serán los tribunales quienes juzguen si el acuerdo que se impugna es conforme a derecho o no”.

Hasta que se resuelva el recurso, Guadiana seguirá sin la mención de Franco en su nombre, con lo que Llanos del Caudillo (Ciudad Real) seguirá como único municipio con referencias al dictador.