El negacionismo de Juan García Gallardo, vicepresidente del Gobierno de Castilla y León presidido por el popular Alfonso Fernández Mañueco, sigue siendo notorio y habitual en sus intervenciones. Este mismo lunes, durante un foro con jóvenes, indicaba a los presentes que se hiciesen preguntas de todo tipo, que no dieran nada por sentado. Así, Gallardo les pedía que reflexionasen sobre aspectos como la falta de democracia en la II República, la leyenda negra de la Conquista española o si el CO2 era un gas dañino. 

Ante la incredulidad de los medios de comunicación y las redes sociales, el dirigente ultra, ni corto ni perezoso, no ha dudado en proseguir con esta premisa a través de un tuit: "Segovia no tiene un problema de emisiones de CO2, Sr. Sánchez, sino de falta de actividad industrial y ganadera, demonizada por el fanatismo climático. Y no, el CO2 no es un gas contaminante. De hecho, es el mejor de los gases para el desarrollo de la naturaleza. Buen viaje". 

Una exposición de motivos que Gallardo compartía en respuesta a un tuit previo de Europa Press en el que aparecía un vídeo de Pedro Sánchez denunciando el intento de boicot que un ultra realizó durante su visita a Castilla y León: "Esta es la gran diferencia, nosotros no insultamos a nadie, defendemos nuestras posiciones con respeto y educación", indicaba el presidente del Gobierno.

Silencio de Mañueco 

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, sigue guardando silencio. No es la primera vez que el dirigente del PP se enfrenta a comentarios tan sorprendentes y salidos de tono de su socio de coalición. Las constantes intervenciones de Gallardo son un problema que, no obstante, el barón popular, tiende a capear de la misma forma: con el silencio por bandera. 

Por el momento, pese al paso de las horas, Mañueco opta por el perfil bajo como viene siendo habitual en su persona y sigue sin desmentir los postulados negacionistas de su vicepresidente; que se mantiene férreo en lo de cargar contra la evidencia se refiere.

Vox y el negacionismo climático

En otro orden de cosas, la formación que a nivel nacional lidera Santiago Abascal ha demostrado en varias ocasiones no ser muy amiga del cambio climático. El último ejemplo claro de esto ha sido una intervención reciente del portavoz de la formación en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, durante la moción de censura a Pedro Sánchez con Ramón Tamames como protagonista.

Aquellas jornadas, más allá del fracaso premonitorio de las mismas, dejaron algunas perlas en forma de relato, siendo una de ellas la del propio Espinosa de los Monteros cuando habló sobre “miopía y populismo localista”. “Cada año se vierten al mar, aproximadamente, 5.700 hectómetros cúbicos de agua del Ebro. En el año 2018, el Ebro tiró al mar en 20 días el agua que España consume en todo un año. Estamos tirando al Atlántico más del doble de agua de la que estamos obligados dejar pasar a Portugal”, aseguró generando asimismo revuelo en redes sociales.

Con todo, paradójicamente quien fue desde el principio en contra de este discurso fue el propio Tamames. El economista asumió en una entrevista concedida a El País días antes de la moción de censura que la mayoría de simpatizantes del partido que defendió en el Parlamento mantenían la existencia de esta lacra. Asimismo, se postulaba en contra de ilegalizar “nada”, en referencia a algunos grupos como pide Vox. El resto de los días -ya principales- estuvieron marcados por la intervención del propio “profesor” -así hablaba la formación de él-, entre cuyos momentos destacan las críticas a Pedro Sánchez por extenderse, a su juicio, demasiado durante el turno de réplica.

Dentro de la Cámara Baja son varias las palabras que se han pronunciado desde Vox contra el cambio climático. A bote pronto, todavía destacan las que José María Figaredo dijo cuando calificó en reiteradas ocasiones la ley que persigue la mejora en este sentido como un acto “suicida”, siendo uno de los más detractores contra quienes se posicionan en contra de la problemática medioambiental.